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Monumernto EDUARDO AVAROA (ABAROA) HIDALGO

El espacio público donde se ha erigido el monumento que rinde homenaje a Eduardo Avaroa (1838-1879), máximo héroe civil de la Guerra del Pacífico, inicialmente era un campo de malezas, espinos y plantas silvestres. En 1927 Hugo Ernst, Prefecto de La Paz, dispuso terraplenar y recrear paisajísticamente con jardines el lugar. Ese mismo año se creó el comité Pro Monumento a Eduardo Avaroa, institución cívica que inició una colecta pública para erigir un monumento al héroe del Topater. Sin embargo, el proyecto quedó postergado, siendo materializado recién después de 25 años.


El molde de la obra fue realizado en una sala del Estado Mayor, desde donde fue transportado a la localidad de Viacha para su fundición. Su autor, Emiliano Luján, se convirtió en el primer boliviano en fundir un monumento en Bolivia, para lo cual utilizó vainas de bronce proporcionadas por el ejército. Luján plasmó perceptiblemente varios simbolismos en la efigie del héroe: uno de ellos fue su dedo “acusador”, realizado en dimensiones desproporcionadas, recordando a los bolivianos el deber de recuperar el Litoral cautivo. El dedo “acusador”, como comúnmente se lo denominó, fue reducido por el mismo escultor, tras sufrir varias críticas. Indignado y molesto, subió al monumento y le cortó el dedo. Después de algún tiempo, lo substituyó por otro de menores dimensiones; pero aún éste quedó un tanto desmedido.

Entre otros simbolismos que presenta la efigie del monumento, están la del rostro que conjunciona una serie de emociones, expresando al mismo tiempo frustración, molestia, llanto y dolor. También llama la atención su cuerpo, que fue concluido en forma de un rayo encrespado, apreciable en la postura de manos y el cruce de piernas. Un detalle también importante es la forma del pedestal que, con la imagen de un puente quebrantado, representa el puente del Topater.

El monumento fue develado en acto solemne el 23 de marzo de 1952, fecha que recuerda la invasión del ejército chileno a la población boliviana de Calama, en la cual perdieron la vida memorables patriotas, entre los que se encontraba justamente Avaroa. Al acto público asistieron el presidente Hugo Ballivián, tropas militares, instituciones civiles y una numerosa concurrencia que llenó complemente la plaza. También asistió la banda del ejército, que bajo la dirección del mayor Antonio Montes Calderón, interpretó el Himno a Avaroa, del compositor Luciano Bustios, y la canción al Héroe del Topater, del compositor Luís Felipe Arce.

Obra del escultor Emiliano Luján, realizada a base de bronce fundido en 1951. Está ubicado en la plaza homónima, entre las calles Belisario Salinas, Sánchez Lima, 20 de Octubre y Pedro Salazar de la zona de Sopocachi.

para saber mas sobre este personaje de la historia puede accesar

https://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Abaroa_Hidalgo

MONUMENTO A EDUARDO AVAROA HIDALGO Obra del escultor Emiliano Luján, realizada a base de bronce fundido en 1951. Está ubicado en la plaza homónima, entre las calles Belisario Salinas, Sánchez Lima, 20 de Octubre y Pedro Salazar de la zona de Sopocachi.

El molde de la obra fue realizado en una sala del Estado Mayor, desde donde fue transportado a la localidad de Viacha para su fundición. Su autor, Emiliano Luján, se convirtió en el primer boliviano en fundir un monumento en Bolivia, para lo cual utilizó vainas de bronce proporcionadas por el ejército. Luján plasmó perceptiblemente varios simbolismos en la efigie del héroe: uno de ellos fue su dedo “acusador”, realizado en dimensiones desproporcionadas, recordando a los bolivianos el deber de recuperar el Litoral cautivo. El dedo “acusador”, como comúnmente se lo denominó, fue reducido por el mismo escultor, tras sufrir varias críticas. Indignado y molesto, subió al monumento y le cortó el dedo. Después de algún tiempo, lo substituyó por otro de menores dimensiones; pero aún éste quedó un tanto desmedido.

Entre otros simbolismos que presenta la efigie del monumento, están la del rostro que conjunciona una serie de emociones, expresando al mismo tiempo frustración, molestia, llanto y dolor. También llama la atención su cuerpo, que fue concluido en forma de un rayo encrespado, apreciable en la postura de manos y el cruce de piernas. Un detalle también importante es la forma del pedestal que, con la imagen de un puente quebrantado, representa el puente del Topater.

El monumento fue develado en acto solemne el 23 de marzo de 1952, fecha que recuerda la invasión del ejército chileno a la población boliviana de Calama, en la cual perdieron la vida memorables patriotas, entre los que se encontraba justamente Avaroa. Al acto público asistieron el presidente Hugo Ballivián, tropas militares, instituciones civiles y una numerosa concurrencia que llenó complemente la plaza. También asistió la banda del ejército, que bajo la dirección del mayor Antonio Montes Calderón, interpretó el Himno a Avaroa, del compositor Luciano Bustios, y la canción al Héroe del Topater, del compositor Luís Felipe Arce.

Eduardo Avaroa (San Pedro de Atacama, 1838 – Calama, 1879). En 1879, su trabajo en la mina Inca, lo llevó hasta Calama, donde se enteró de la invasión del ejército chileno a Antofagasta (14 de febrero) y que el mismo tenía por intención ocupar Calama (territorios bolivianos, considerados estratégicos para contrarrestar cualquier contraofensiva armada). Este patriota se unió al grupo de resistencia organizado por Ladislao Cabrera, enfrentándose al ejército enemigo el 23 de marzo. En esta resistencia, junto a otros compañeros, hizo frente al ejército chileno en la orilla opuesta al río Loa, hasta que fue alcanzado por un certero disparo que lo tumbó al suelo y lo dejó moribundo.

Cuando varios de sus compañeros de lucha cayeron y otros se replegaron, quedó rodeado por una facción enemiga que le intimó a rendirse; se dice que este hombre valeroso, tratando de hacer uso de su fusil, respondió: “¡…Que se rinda su abuela… Carajo!”; siendo sus últimas palabras, porque en ese mismo instante fue ultimado. En 1952 los señores Juan, Jorge, Humberto y Eduardo Abaroa, nietos del héroe, llegaron a La Paz acompañados de una urna con sus restos mortales. Esta urna fue dispuesta por el ejército chileno en homenaje al héroe del Pacífico. En La Paz fue recibida con todos los honores, siendo resguardada en la Cripta de los Héroes de la Basílica Menor de San Francisco.

Por Randy Chávez García & Carlos Gerl La imagen puede contener: una o varias personas, calzado, cielo, rascacielos, árbol y exterior La imagen puede contener: una o varias personas La imagen puede contener: 18 personas, personas sonriendo, exterior No hay descripción de la foto disponible. +7

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