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Leyendas de La Paz Alma en pena

ALMA EN PENA

"En la noche no hay que caminar callado", se recomienda. De lo contrario se corre el riesgo de chocar con un alma. Los vivos se dan cuenta porque sangran por la nariz. Otros han muerto y entonces el alma llora: "Debías cantar, debías silbar. Ahora, por tu culpa, voy a seguir penando".

Otro tipo de alma en pena es aquella que pide ayuda a los vivos. Una historia grafica esto: Un hacendado del valle viajaba en su caballo y vio una figura bajo un árbol. Se alarmó cuando su caballo se negó a avanzar y el perro se agazapó asustado. Al llegar a la casa pidió a sus jóvenes hijos que le acompañen. La abuela les enseñó la siguiente fórmula para comunicarse: "Si eres alma de este mundo, te perdono; si eres del otro mundo, que Dios te perdone". La respuesta del espectro fue señalar a lo alto del árbol. Venciendo el miedo, uno de los hijos subió y encontró un nido hecho de cabellos. Sólo cuando lo quemaron, el alma se marchó. Por eso, en el campo no se dispersa el pelo, pues en él está una parte de cada ser. 

Para saber sobre lo que es una alma en pena puede consultar 

https://es.wikipedia.org/wiki/Alma_en_pena

Destinos turisticos Laguna Catalina

Laguna Catalina

La Laguna Catalina, tiene una extensión aproximada de 80 metros de largo por 20 metros de ancho. Cuenta con una belleza exuberante, propia de las zonas cálidas. Está rodeada por vegetación de mediana altura y de troncos leñosos cuyas ramificaciones proveen de sombra al conjunto de aves acuáticas palmípedas que se reúnen en grupos a diversas horas del día en sus aguas. Destaca en el interior el color verduzco de sus aguas, por la milenaria sedimentación de vegetación circundante.

Para llegar a este sitio se debe partir de la Población de Apolo. Es recomendable utilizar el transporte terrestre para llegar hasta la Comunidad de Catalina donde se encuentra ubicado el atractivo.

Recomendaciones

Ropa delgada, ligera y cómoda, vacunas contra la fiebre amarilla y malaria. Botiquín de primeros auxilios con repelente contra insectos, antihistamínicos, antipiréticos y antiofídicos

Departamento

La Paz

Región

Amazonica

Provincia

Franz Tamayo

Municipio

Apolo

Categoria

1.4.2. Lagunas

Jerarquia

Jerarquia Ii

Coordenadas

Latitud: -14.744281 Longitud: -68.4787967

Temperatura

15 24 °C

Altitud

1441 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/laguna_catalina/163

La historia del semanario Aqui

La turbulenta historia del país que contó el semanario Aquí

Lupe Cajías cuenta que ser fundadora y la única mujer redactora, la más joven, la llenó de orgullo. Los canillitas se peleaban por recibir más ejemplares, casi no había devoluciones.

Lupe Cajías Periodista

Una mañana de septiembre de 1978, frente al café que se conocía como Lechingrado, en el centro histórico paceño, se acercó Edgardo Vázquez, un periodista al que había conocido poco antes y me citó a una reunión para formar parte de un semanario que quería ser alternativo a la prensa tradicional.

La invitación me sorprendió muchísimo porque yo acababa de retornar del exilio en Colombia, donde había estudiado periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana y había trabajado en periodismo de investigación con Daniel Samper. En Bogotá fui protegida por Luis Ramiro Beltrán, entonces poco conocido en el país y gracias a su mediación conocí a la mayoría de los pensadores latinoamericanos que buscaban crear un nuevo orden informativo mundial desde la visión del sur del planeta. Escribí mi tesis sobre Beltrán y sobre esa corriente, donde obviamente se destacaba el asunto de la prensa alternativa.

En La Paz me estrené como reportera en el vespertino Última Hora y tuve la dicha de que el director Mariano Baptista me asignase la cobertura de las fuentes sindicales y universitarias en el momento de recuperación de las organizaciones sociales y sindicales. En enero de ese año, Bolivia comenzó la era democrática gracias a la huelga de hambre de mujeres mineras que en 21 días se había hecho masiva hasta lograr la amnistía general e irrestricta. En junio de ese año se dieron las primeras elecciones sin presos políticos ni perseguidos en los 150 años de historia republicana y en los escasos periodos constitucionales que vivió el país desde 1825.

Visitaba a la antigua sede de la Federación de Mineros todos los días, frente a la plaza Venezuela. Abajo atendía el café o confitería que todos llamaban Lechingrado, en recuerdo a la batalla del 9 de abril de 1952, cuando el líder sindical Juan Lechín comandó las milicias que derrotaron al ejército. Atrás funcionaba la Central Obrera Boliviana que no tenía una casa propia. Frente a San Francisco estaba la secretaría de la Federación de Fabriles y tres pisos más arriba la confederación de ese sector que entonces era poderoso. Al sur, seis cuadras más abajo, trabajaba la Universidad Mayor de San Andrés y en su patio funcionaba la Federación Local Universitaria.

Algunas facetas de la vida personal del sacerdote
Todos los días recorría esa larga avenida que cambia de nombre desde la Arce hasta la Montes, pero en el fondo es la misma arteria histórica del poder político boliviano. Grababa notas para Última Hora que cerraba la edición por la tarde. Entonces, los dirigentes ya sabían mi trabajo, leían mis notas y también los periodistas del área sindical comenzaron a reconocerme; era la menor de todos a mis 22 años.

Por otra parte, en 1974 fui alumna de Luis Espinal en la Universidad Católica y él me ayudó a apurar la materia para no perder una beca que gané a Alemania. Además, en la UCB estaba en la dirección universitaria con el Movimiento Universitario Revolucionario (MUR) y al mismo tiempo apoyaba al padre José Ferrari, párroco de Villa Copacabana y que ayudaba en derechos humanos y a esconder a perseguidos políticos. También yo había estado cercana a las gestiones de Justicia y Paz y de la Iglesia Católica para denunciar los crímenes y excesos de la dictadura de Hugo Banzer. Creo que Espinal me reconoció cuando asistí a la primera audiencia.

A mí me gustó la idea de participar en el proyecto. Fui a la primera reunión en una casa de la Genaro Sanjinés y conocí a Antonio Peredo, que me encandiló con su voz y su discurso. Ahí estaban Eric Waisssage, Amparo Carvajal, Edgardo, Lucho, Gastón Lobatón, Aquiles Echenique, Adrián, el dueño de casa, María Martha González, Manuel Morales Dávila, Francisco Otálora, que era diagramador, y otros pocos más. Al poco se juntaron otros como David Acebey que escribía y tomaba fotos, también llegaron contribuciones para las caricaturas. Ricardo, Iván fue el sello marca de Aquí.

Las reuniones se dieron con bastante frecuencia intercambiando ideas para que el periódico no fuese un vocero partidario, sino realmente “voz de los sin voz”. También repartimos las fuentes y las tareas (yo seguí con el área sindical y universitario).

Entre tanto, las personas de la iniciativa y con más experiencia consiguieron que la redacción funcione en esa casa del centro paceño, una imprenta y la logística. Lázaro Bild, cooperante sueco, consiguió dinero para comprar la famosa Composer, que era una máquina con mucho adelanto, pues permitía cambiar los tipos y por eso se podía “componer” un texto.

Hubo tres reuniones muy decisivas. La primera fue para buscar un nombre. Obviamente llovieron muchas propuestas. Yo relaté la anécdota del caso de Presencia, el matutino católico que dirigía mi padre Huáscar Cajías. Él nos contaba que cuando fundaron el entonces semanario de la curia buscaron muchos nombres intentando que no sean clásicamente católicos. Alguien propuso Presencia con esa idea del estar y del ser. Así el nombre del semanario fue un sinónimo de la misma intención: aquí, presentes, ahora. Aquí es más que un nombre, es un concepto.

Otra larga discusión fue elegir a los directivos. Parecía adecuado profesionalmente el nombre de Peredo, el periodista más experimentado, pero se lo desechó porque estaba demasiado identificado con una posición política. Él acababa de ser liberado como uno de los últimos presos de la dictadura, pues era alto dirigente del Ejército de Liberación Nacional-Partido Revolucionario de los Trabajadores de Bolivia, ELN-PRTB.

También Edgardo estaba ligado al Partido Revolucionario de la Izquierda Revolucionaria, PRIN, de Lechín, igual que Echenique y Adrián. Alguien sugirió a Espinal y él estaba algo reacio porque obviamente tenía que consultar a la Compañía de Jesús y evaluar sus tiempos. Al final aceptó y quedamos en el equipo Luis, Antonio, Edgardo, Gastón y Lupe. Casi inmediatamente se sumaron otros periodistas para cubrir espacios especiales como cine, caricaturas, la columna humorística, etcétera.

El momento más duro fue cuando semanas antes de la fecha prevista para la salida del semanario, marzo de 1979, uno de los más animados propulsores, el abogado Manuel Morales Dávila, propuso que el impreso apoye la candidatura de Víctor Paz Estenssoro para evitar el retorno de la ultraderecha.

Entre junio de 1978 y noviembre del mismo año se habían sucedido las primeras elecciones sin presos, pero con fraude a favor del candidato oficial Juan Pereda Asbún. El cambio de papeletas fue tan burdo que la propia Corte Electoral anuló esos comicios. Poco después Pereda, el delfín, sacó del gobierno a su padrino Hugo Banzer. Sin embargo, los militares también lo depusieron a él en noviembre y pusieron a David Padilla, quien se comprometió a convocar a nuevas elecciones. Los partidos tradicionales habían organizado frentes, pero ninguno pasaba de un 30%, ni siquiera el más popular el izquierdista Unidad Democrática y Popular.

La idea de Morales Dávila fue rechazada y él reaccionó con una violencia verbal y de amenazas que personalmente yo no conocía por mi inexperiencia.

Gritó que él era el de la idea primera y no aceptó los argumentos de los demás. Se tuvo que ir, pues nadie lo respaldó, menos los más antiguos militantes del PRIN que conocían esas tensiones en las discusiones políticas.

Posteriormente aparecieron otros problemas como la imposibilidad de conseguir una rotativa y eso significaba que el periódico se imprimiría en planchas que había que cortar y luego doblar y preparar ejemplar por ejemplar.

Ese detalle, con el tiempo, se convirtió en un gran espacio de solidaridad y de risas y complicidades. Cada viernes, poco a poco, llegaban los impresos tamaño tabloide y organizábamos equipos para el doblaje y conteo. Cada vez aparecían nuevos y más voluntarios, pues muy pronto el semanario fue exitoso.

Estaban Alfonso Dubois y su compañera Teresa de España, exiliados del Cono Sur, Waldo Albarracín, Amanda Dávila, Freddy Morales y una lista larguísima. Tomábamos café para aguantar hasta la madrugada.

A veces el impresor Fernando Siñani se retrasaba y entonces jugábamos algo o intentábamos dormir una siesta en una vieja alfombra bajo la mesa; empresa obviamente imposible porque otros contaban chistes o chismes de la situación política.

Al principio el semanario tenía un tiraje de 500 a 1.000 ejemplares y con 12 o 18 páginas, pero pronto aumentó el tiraje y al finalizar ese primer periodo democrático, en julio de 1980, el tiraje era de 18.000, el mayor después de Presencia. Entonces contar, doblar y formar los paquetes era agotador.

Todos participábamos menos Luis Espinal, porque le dábamos ese tiempo libre para que asista al cine y haga su crítica semanal en Radio Fides y en Presencia (donde poco después tuvo que renunciar a su famosa página de crítica cinematográfica que había guiado a los espectadores paceños por más de una década).

Terminábamos a las cuatro, cinco de la mañana. Ahora veo con asombro cómo era La Paz de entonces. A veces salíamos en grupo y tomábamos un api en el mercado Lanza, a pocas cuadras del local del semanario. Había borrachitos, lumpen y prostitutas, pero todos con buena onda. Casi siempre después de ese desayuno antes de la salida del sol yo retornaba sola a mi casa, que era en Obrajes; me gustaba caminar esa media hora o algo más, mientras amanecía. Nunca me ocurrió nada desagradable, ni siquiera sentí peligro.

Ninguno de los periodistas cobraba por trabajar en el semanario, pero decidimos pagar algo simbólico a Luis porque él daba todo su tiempo. Lastimosamente, Coco Manto, un humorista, dijo que él tenía familia y Lucho le cedía su pequeña paga. Alguna vez aparecían personas que traían notas, muchas veces llenas de adjetivos, y firmaban con seudónimo “por su seguridad”. Nunca estuve de acuerdo con ello en las reuniones de prensa, pero Lucho era más flexible y las aceptaba.

En el fondo, dábamos aportes porque cada uno pagaba su transporte, las pilas de su grabadora, su tiempo que a la vez impedía conseguir algo remunerado. Casi todos nos contentábamos con estar a medio tiempo en otro lugar. Seguía en Última Hora y además tenía un programa en Radio Fides: Vanguardia Cultural. Por esa época también comencé a escribir reportajes para agencias o periódicos internacionales.

Como dije en otras ocasiones, la libertad de conciencia que gozábamos y ejercíamos nos permitía redactar para la prensa tradicional y para Aquí sin entrar en contradicciones ni amenazas. Es algo que siempre agradezco a la vida porque me marcó para siempre esa oportunidad de ser libre de pensamiento, palabra y escritura.

Cubría con más profundidad mis fuentes sindicales y estudiantiles. Como tenía la práctica del periodismo de investigación decidimos que haga cobertura de otros casos más complejos. La serie de notas sobre el rol del Instituto Lingüístico de Verano en América Latina fue de gran impacto y fue el primer caso donde conocí los intentos del poder para presionar a la prensa. Obviamente Samper nos enseñó a trabajar con múltiples fuentes, consultado la normativa adecuada al asunto y poner a prueba los datos. Espinal me respaldó y seguí con la serie.

Ser parte del semanario Aquí, además como fundadora, la única mujer redactora, la más joven, me llenaba de orgullo. Cada vez el semanario crecía más, teníamos corresponsales en las principales ciudades y en las minas y en lugares claves de las luchas sociales. Cada sábado, los canillitas se peleaban por recibir más ejemplares y casi no teníamos devolución.

En febrero de 1980 nos dimos cuenta de que para otros el éxito de las noticias difundidas por Aquí era una molestia. El estallido de una bomba en la redacción causó grandes daños materiales a la casa donde nos reuníamos y fue el anuncio de lo que sucedería un mes después.

Entonces fuimos conscientes del peligro y de las amenazas ciertas de grupos de neonazis y de neofascistas que llegaron desde Italia, Alemania y Argentina para organizar el terrorismo contra la izquierda y el ejemplo que daba Bolivia democrática al resto de los países del Cono Sur bajo dictaduras militares.

El semanario, junto a la generalidad de la prensa, sobre todo de las cadenas de radios mineras, había ayudado a la resistencia y posterior victoria popular contra otro golpe de Estado el 1 de noviembre de 1979 que apenas duró 16 días.

La inestabilidad política, la poca gobernabilidad, la debilidad de los sucesivos gobiernos de Padilla, Walter Guevara y Lidia Gueiler creaban el ambiente propicio para el surgimiento de esos grupos terroristas.

El 21 de marzo de 1980, Lucho fue secuestrado, torturado y asesinado y su muerte se convirtió en el inicio de una etapa sangrienta en Bolivia.

Para la redacción del semanario se abrió una etapa muy dura. El mismo día de la muerte de Luis, sábado 22 de marzo, por la tarde, en medio del gran gentío que desfilaba por su cadáver, decidimos sacar un número extra y comprometernos a continuar con su obra. Salió un ejemplar de pocas páginas que se agotó inmediatamente porque ahí denunciábamos que era una acción de militares y paramilitares, restos de la dictadura de los años setenta.

En la reunión de emergencia se volvió a plantear el problema de la dirección y las razones fueron las mismas. Se optó por una tercera persona, el escritor René Bascopé, que había mostrado mucho compromiso por el semanario y yo ascendí a una jefatura.

Fue importante que el equipo mantuvo el ambiente cordial, de debate sano, con ideas, de propuestas discutidas paso a paso, con firmeza, sin autocensura, pero ya conscientes de que nos venía un periodo más grave.

Los fabriles nos cedieron un local frente a la estación central, en la zona norte de La Paz para estar más protegidos que en la casa particular. Era difícil llegar hasta ahí y renuncié a mis otros trabajos porque ya no alcanzaba el tiempo, con el respaldo moral y material de mi esposo. No era posible retornar sola a casa, comenzamos a tomar previsiones.

También llegó la etapa de sospechas porque nos dimos cuenta de que un visitante frecuente era un “buzo”, un agente encubierto. También sabíamos de listas negras donde estaban nuestros nombres.

El compromiso era grande y ninguna persona se escurrió. Más bien, cada semana había más voluntarios para repartir el semanario que se agotaba rápidamente. Siempre cuidamos publicar notas responsables, de denuncia de asuntos no contra personas y sin causar daño a nadie en forma particular. Éramos muy duros para decir con nombre y apellido si era necesario, para develar casos de corrupción, trampas, negociados, con el objetivo del bien común.

Todo ello ayudó a hacer grande al semanario y a tener la confianza pública que es la mejor paga de un periodista.

El día del golpe de Estado de 1980, Antonio Peredo me envió a cubrir primero Palacio de Gobierno y luego la COB para saber las novedades. Fui una de las nueve personas que nos salvamos escondidas en un baño durante el asalto al edificio de los mineros ese 17 de julio al mediodía.

Después de dos días de resistencia me asilé en la Embajada de Panamá y desde ahí saqué varios números del semanario en máquina de escribir coordinando con algunos compañeros de las minas. Una colega repartía las copias. Tengo esos ejemplares archivados porque su mayor valor es que tienen nombres de los cómplices de la dictadura que luego aparecieron como demócratas.

Más tarde, el nombre de Aquí fue usado por varios miembros del semanario exiliados en otros lugares, como México. También fue usado por miembros de la resistencia clandestina como sello de identidad. Así como sirvió a oportunistas y agentes para imprimir números supuestamente del semanario.

En mayo de 1982, con la amnistía política, volvimos todos y formamos nuevamente el semanario que pasó por varios locales. Por una parte, había más ayuda material, pero también comenzaron las tensiones políticas entre posiciones de apoyo a la UDP, a los comunistas o al PRIN y a la COB. Personalmente mantuve mi respaldo a las expresiones del sindicalismo anarquista guiado por Líber Forti.

Poco a poco, la publicación dejó de tener el impacto del inicio y al final perdió toda identidad con sus motivaciones primarias, tanto que ninguno de los fundadores permaneció más de tres años o cuatro años.

Mientras decaían los sindicatos por la etapa neoliberal inaugurada con el DS 21060 y la última gran marcha minera en agosto de 1986, el mismo semanario dejó su vigor y sobrevivió en un pequeño círculo sin mayor impacto.

Siempre pensábamos qué diría Espinal de los nuevos tiempos, más aún en la etapa del Movimiento Al Socialismo.

Sobrevivimos Edgardo, Gastón y yo del primer directorio y a veces nos reunimos, o a veces son amigos de las radios mineras los que nos convocan. Nostalgias y más nostalgias de una gran etapa de utopías que no volverán.

Destinos turisticos El lago titicaca

Lago Titicaca

El lago Titicaca, es considerado uno de los lagos más alto del mundo por encontrarse a 3.809 m.s.n.m., con una extensión de 8.562 km de los que 4.772 km2 corresponden al Perú y 3.790 km2 a Bolivia; mide 204 kilómetros de largo por 65 kilómetros de ancho. La profundidad máxima alcanza a 360 metros que se incrementa en la época de lluvia, en el Lago Mayor es de 285 metros (Isla Soto) y en el Lago Menor 40 metros. Este hermoso espejo de agua de color azul está formado por dos cuerpos separados por el Estrecho de Tiquina de 800 metros de ancho. La porción mayor, llamada también Lago Mayor o Chucuito tiene una superficie de 6.450 km2 y el Lago Menor o Wiñaymarca, con 2.112 km2. Es parte de la cuenca hidrográfica endorreica o cerrada también denominada lacustre. Tiene un gran valor porque es un sitio RAMSAR,designado por la WWF e incluido en la lista de humedales de importancia internacional desde el 26 de agosto de 1990. A nivel ecológico presenta una biodiversidad acuática excepcional, con aproximadamente veintitrés especies endémicas del género Orestias. En la avi fauna se destacan las especies pesqueras como el “Zambullidor” (rodellia micróptera) que se encuentra en situación vulnerable debido al deterioro de su hábitat y amenazado por las redes dedicadas a la pesca. Los totorales son el hábitat de una gran variedad de fauna y fitoplancton, pero ademas constituye un forraje de alto valor nutritivo para el ganado, asi mismo, la totora es utilizada ancestralmente en cesteria par la construcción de barcas, techos de viviendas, islas flotantes y artesania de la zona.

Tiene un significado profundo para las comunidades ubicadas en sus riberas, porque es escenario de la historia de nuestro país, debia a que desde tiempos inmemorables el lago Titicaca ha acogido a varias culturas que dejaron su legado arqueológico , cuyos desciendientes se enorgullecen de esta pertenencia cultural através de la celebración de actividades vinculadas con la veneración y respeto a la Pachamama o Madre Tierra. El Lago Titicaca por los atractivos turísticos que posee en sus riberas, se ha consolidado como un destino turístico internacionalmente conocido. A nivel nacional, su valoración es relevante como un destino para turismo recreacional, cultural, místico y religioso, para el Departamento de La Paz es uno de los principales y emblemáticos atractivos de su patrimonio turístico.

Recomendaciones

Ropa liviana para el día y abrigada para la noche, lentes, gorra para el sol y protector solar; botiquín de primeros auxilios y medicamentos para el mal de altura.

¿Como llegar ?

Partida                      Llegada                 Distancia(aprox)

La Paz                          Huatajata                       90 km. 

Huatajata                     San Pablo de Tiquina     26 km 

San Pablo de Tiquina   San Pedro de Tiquina        1 km. 

San Pedro de Tiquina   Copacabana                    46 km.

Departamento

La Paz

Región

Altiplano Norte

Provincia

Manco Kapac

Municipio

Copacabana

Categoria

1.4.1. Lagos

Jerarquia

Jerarquia Iv

Coordenadas

Latitud: -15.735409 Longitud: -69.2765727

Temperatura

8 °C - 16 °C

Altitud

3810 M.s.n.m.


 












Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/lago_titicaca/309

Leyendas de La Paz Bulto

BULTO

Es un peligro para los caminantes nocturnos del campo. En el oriente y en el sur del país —en el Chaco sobre todo— es el común elemento de temor. Nadie lo ha visto, pero hay quienes tropezaron con él y han sangrado o muerto. Para evitarlo hay que estar muy atentos.

Destinos turisticos Ixiamas ( Rio Unduno )

Ixiamas (Rio Unduno)

Ixiamas (Rio Unduno), para dirigirse a este atractivo turístico debe tomar un bus público desde la Ciudad de La Paz o avión del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de El Alto hasta la Localidad de Rurrenabaque. Desde esta población se debe cruzar el Río Beni en bote hasta San Buenaventura, y los botes están disponibles cada 10 minutos. La travesía continúa por carretera hasta llegar a la Población de Ixiamas. Desde esta localidad se continúa con dirección Oeste hasta llegar a la ribera. Esta corriente nace en la “Serranía del Tigre”. Desde este punto se puede apreciar una impresionante caída de agua en el área comunal de Tacaso. Luego se cruza una planicie que rodea un bosque que forma una especie de galería. En las orillas del Río Undumo se pueden encontrar pueblos originarios como la Comunidad Tacaso y 5 de Junio. Hacia el noreste sus aguas desembocan en el Río Madidi.

La corriente del río varía según la temporada, siendo cristalina en invierno y turbia en verano. Alberga gran variedad de especies de peces, caimanes, tortugas y sicuris; asimismo, se pueden encontrar en sus riberas una cantidad considerable de flora y fauna con abundante variedad de aves como el siringuero, loros, paravachis, parabas de hermosos colores y pavas que se ocultan al paso del visitante, además de, mamíferos silvestres como el tapir, chancho de monte, jaguar, varias especies de monos y otros animales que se aproximan a la orilla del río para refrescarse.

Este río puede ser aprovechado para paseos turísticos en canoas y para prácticas de rafting de acuerdo a la temporada. Hay grandes espacios para acampar en sus playas arenosas.

Recomendaciones

Ropa delgada, ligera y cómoda, vacunas contra la fiebre amarilla y malaria. Botiquín de primeros auxilios con repelente contra insectos, antihistamínicos, antipiréticos y antiofídicos.

¿Como llegar ?

Partida                  Llegada               Distancia(aprox)

La Paz                      Rurrenabaque           410 km. 

Rurrenabaque         San Buenaventura         0.6 km. 

San Buenaventura   Ixiamas                      105 km. 

Ixiamas                    Río Undumo                65 km.

Departamento

La Paz

Región

Amazonica

Provincia

Abel Iturralde

Municipio

Ixiamas

Categoria

1.5.6. Riberas

Jerarquia

Jerarquia Iii

Coordenadas

Latitud: -13.600718 Longitud: -68.1200067

Temperatura

10 °C - 36 °C

Altitud

272 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/ixiamas__rio_unduno_/105

Leyendas de La Paz WAWA

WAWA

Los choferes cuentan esta historia. En las carreteras oscuras se suele escuchar el llanto de un bebé. Naturalmente, la reacción es buscar el origen. De pronto, tirado en el piso está lo que parece un niño envuelto. Uno se asoma y encuentra que el rostro es el de un adulto deforme. Quien lo mira de cerca puede morir si no sangra (este elemento se repite mucho frente a otros seres de horror).

En los centros mineros se llamaba la wawa con bigotes y era el terror de los serenos, pues con sólo escuchar su llanto hubo quienes trataron de suicidarse. Por los años 70, en el campamento de Santa Ana, de la empresa Quechisla, un sereno nuevo escuchó el llanto, se acercó hasta la orilla del estanque de agua copagira, alzó el bulto y lo llevó a su caseta. Bajo la luz pudo ver una cara sonriente, con dientes y bigotes. Enloqueció.

Destinos turisticos Isla Suriki

Isla Suriki

 La Isla Suriki, se encuentra a 39 kilómetros de la población lacustre de Puerto Pérez y está ubicada en el lago menor del Titicaca, denominado Wiñay Marka que significa “Ciudad Eterna”. Suriki es conocido a nivel mundial por la tecnología utilizada en la fabricación de balsas de totora y reconocida como sitio turístico por su cultura desarrollada en torno a esos saberes.

Según los vestigios encontrados en la zona y las pruebas desarrolladas en la elaboración de estas embarcaciones, posiblemente los navegantes de la Isla Suriki lograron conocer las técnicas precisas para conseguir la consistencia, textura, diseño y el peso apropiado en la construcción de balsas de totora; conocimientos que fueron heredados de sus antepasados. Actualmente los hermanos Limachi y la familia Katari son quienes guardan celosamente el conocimiento y la tecnología para la fabricación de balsas que tienen capacidad para hacer travesías en alta mar. En los recientes años diseñaron y construyeron embarcaciones como el RA II,Titi y Kotamama III que cruzaron el Océano Atlántico. Por ello se dice que estas balsas son naves transoceánicas debido a que el hombre andino habría navegado en los antiguos lagos del altiplano desde épocas remotas, pudiendo llegar a otros continentes. Además de la riqueza arqueológica y etnográfica de la Isla, también se tiene su encanto natural, ya que desde allí la vista del Lago Titicaca es incomparable, observando en el horizonte varias islas y pueblos ubicados en sus orillas.

A pesar de no haber sido explorada arqueológicamente en su totalidad, se presume que en este sitio se realizaron diferentes actos ceremoniales que incluían ofrendas al Dios Sol y la Luna. En Suriki se realizan artesanías en base a totora y madera, se fabrican además adornos decorativos inspirados en la fauna de la zona y pequeñas embarcaciones de totora, así también, se puede observar las replicas en miniatura de las naves que cruzaron el Atlántico.

Recomendaciones

Abrigada y para condiciones climáticas con viento, zapatos cómodos, gorra y lentes para el sol; botiquín de primeros auxilios, con protector solar y medicamentos para el mal de altura.

¿Como llegar ?

Partida          Llegada           Distancia(aprox)

La Paz             El Alto                    13 km. 

El Alto             Batallas                  50 km. 

Batallas           Puerto Pérez            8 km. 

Puerto Pérez    Isla de Suriki         39 km.

Departamento

La Paz

Región

Altiplano Norte

Provincia

Los Andes

Municipio

Puerto Perez

Categoria

1.8.1. Islas Lacustres

Jerarquia

Jerarquia Iii

Coordenadas

Latitud: -16.040791 Longitud: -69.0734717

Temperatura

4 °C - 10 °C

Altitud

3829 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/isla_suriki/397

Los Duendes

Es otro de los personajes que tiene distintas historias. Uniendo versiones se puede decir que es un hombrecillo de escasa estatura cubierto por un enorme sombrero. Su presencia es común en todo el territorio.

La misión del Duende es robarse a los niños —algunos añaden que sólo a los no bautizados. En el oriente dicen que a los más bonitos—. Los padres deben escuchar a sus hijos cuando éstos hablan de amiguitos inexistentes. Hay adultos que reportan haberlo visto: su mirada intensa, desde profundos y rojos ojos, paraliza al más osado.

Los niños salvados de sus garras no son normales, se advierte, pues "se vuelven loquitos" y tienen la mirada extraviada.

En Pando se dice que los hombrecillos llevan a los pequeños agraciados a la selva.

En Santa Cruz se lo imagina desnudo bajo su gran sombrero. Su presencia se advierte cuando el pelo de los caballos aparece trenzado.

Se dice que los duendes habitan también en lugares donde hay mucho fierro y, es bastante común escuchar ruidos como si alguien moviese objetos de fierro o chocasen estos entre si

En Bolivia, especificamente en la ciudad de La Paz se puede ver la imagen de un duende en la presentación de la gaseosa papaya salvietti 

Para quien saber mas sobre la leyenda de la Papaya Salvietti puede hacerlo aqui Salvietti

Para saber mas se puede consultar

https://es.wikipedia.org/wiki/Duende

Destinos turisticos Isla Quehuaya

Isla Quehuaya

La Isla Quehuaya, se encuentra ubicada en el lago menor del Lago Titicaca. Es denominada también “Kalauta”, que significa en idioma aymara “Casa de Piedra”, llamada así por la ubicación del sitio arqueológico. Es una formación geológica con una profunda significación cosmogónica en los pueblos originarios.

Quehuaya tiene una forma que se asemeja a una lengua unida por un terraplén. En ella sobresalen más de veinte construcciones hechas en piedra a manera de torres las cuales son conocidas con el nombre de “Kayun Amaya”, “Quqa Wati” y “Yacancachi”; las mismas no cuentan aún con estudios arqueológicos que determinen con certeza la función que cumplían. Presumiblemente constituía un lugar ceremonial donde se realizaban rituales de agradecimiento y petición a los dioses andinos debido a que se considera que en este sitio se cobijan las fuerzas telúricas que proveen y protegen la vida. Esta hipótesis se relaciona con los diseños, materiales y la orientación de las construcciones arquitectónicas. Asimismo en los escasos vestigios encontrados en el lugar sobresalen instrumentos de trabajo, cerámica y objetos domésticos. Los comunarios de la Isla, son también los custodios del sitio arqueológico. Su actividad productiva es la pesca, siendo su principal medio de subsistencia, de la misma manera las artesanías elaboradas con totora. Se advierte en la zona la escasa presencia de agricultores. La temporada aconsejable para visitar la zona es la época seca que comprende los meses de mayo a septiembre.

QueHuaya – tirasKa

la historia narra que los Inkas construyeron un centro ritual funerario para la élite del señorío Aymara Pacajes en la isla de Quehuaya. Los restos de este asentamiento se ubican en Kayun Amaya, Quqa Wati y Yacancachi, lugares más conocidos como Kala Uta. Este particular y monumental sitio, permite admirar un conjunto bien elaborado de viviendas y torres funerarias construidas en piedra. 

Alrededor de 300 estructuras, ubicadas en medio de terrazas agrícolas, pueden ser observadas en Kala Uta; entre ellas, los restos de 20 casas-tumba resaltan nueva- mente la importancia de la muerte en esta isla. En Tiraska se excavaron una veintena de tumbas subterráneas de la época Tiwanaku; al parecer, los cuerpos fueron depositados en cámaras semicirculares, elaboradas con piedras de río en sus paredes, y cubiertas pos- teriormente por piedras planas, en el afán de sellarlas. Esta armónica conjunción obedece a una cosmovisión particular, donde los muertos siguen ocupando el mundo de los vivos, mante- niendo una estrecha relación entre ambos. 

Junto a estos sitios dedicados a la muerte, se observa una explosión de vida: los inmensos totorales que rodean las islas han permitido la existencia de animales, como aves acuáticas, ranas y peces, que fueron elementos clave para el desarrollo cultural de los pueblos, y que hoy se ven reflejados en numerosas representacio- nes artísticas y rituales.

Recomendaciones

Abrigada y para condiciones climáticas ventosas, zapatos cómodos, gorra y lentes para el sol; abrigo impermeable para época de lluvias botiquín de primeros auxilios, con protector solar y medicamentos para el mal de altura.

¿Como llegar ?

Partida          Llegada       Distancia(aprox)

La Paz             El Alto                13 km. 

El Alto             Batallas              50 km. 

Batallas           Puerto Pérez        8 km. 

Puerto Pérez   Isla Quehuaya    32,5 km

Departamento

La Paz

Región

Altiplano Norte

Provincia

Los Andes

Municipio

Puerto Perez

Categoria

1.8.1. Islas Lacustres

Jerarquia

Jerarquia Iii

Coordenadas

Latitud: -16.304202 Longitud: -68.7667637

Temperatura

4 °C - 10 °C

Altitud

3832 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/isla_quehuaya/56

Destinos turisticos Inca Dormido

Inca Dormido

El inca dormido se la puede apreciar en la parte superior izquierda de la foto

Inca Dormido, se encuentra en el Municipio de Irupana cercano a la Población de Lambate, se alza “el supremo protector de la región” el denominado “Inca Dormido”. Su imagen es visible desde diferentes puntos geográficos del Municipio, esta formación rocosa abarca un amplio porcentaje de las serranías aledañas. Se estima que su figura tiene aproximadamente 10 kilómetros de longitud, los bordes de uno de los cerros que la conforman se perfilan con claridad, formando la imagen del rostro de un hombre dormido.

El “Inca Dormido” es considerado un espacio físico-espiritual en el que se concentran poderosas fuerzas místicas; los habitantes de Lambate y de las comunidades vecinas visitan continuamente este lugar para realizar rituales a los dioses andinos con el fin de agradecer los favores recibidos. Se dice que ellos son los proveedores de vida, bienestar, ayudan a atraer buenas energías y aseguran la abundancia de los productos agrícolas.

Recomendaciones

Llevar ropa liviana, zapatos cómodos para caminar, lentes y gorra para el sol, abrigo impermeable para la lluvia, botiquín de primeros auxilios, protector solar, repelente de insectos y medicina para el mal de altura.

Departamento

La Paz

Región

Yungas

Provincia

Sud Yungas

Municipio

Irupana

Categoria

1.1.montañas Y Cordilleras

Jerarquia

Jerarquia I

Coordenadas

Latitud: -16.581804 Longitud: -67.712416

Temperatura

16 °C - 25 °C

Altitud

3866 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/inca_dormido/237

El horizonte “de libertad de los naturales y de los esclavos ” en Yungas en 1809

Nota de prensa que salio publicada en el periodico Pàgia Siete el día domingo 14 de Julio de 2019 en la sección Ideas en las páginas 8 y 9

Yungas resulta particularmente importante porque es la región donde se refugiaron los insurgentes de La Paz y porque hay información muy novedosa sobre ella.

Rossana Barragán R. Investigadora del Instituto de Historia Social Amsterdam

Más allá de la plaza Murillo…

En general, se asume que el movimiento del 16 de julio se circunscribió a la ciudad de La Paz, con algunos intentos de relación con el área rural. Hoy podemos aseverar que el área rural fue parte de los proyectos de 1809. La propia experiencia de las rebeliones indígenas de los Catari y los Amaru estuvo muy presente en el ambiente de la época y en todos los actores motivando estrategias y medidas que permitieron, explícitamente, la participación e involucramiento de la población indígena.

De hecho, fue el peligro que representaron las insurrecciones y rebeliones del siglo XVIII como el potencial que se desencadenó otra vez, en 1809, lo que ocasionó el temor, el miedo y la gran severidad de los castigos distribuidos a sus implicados.

1809 no constituye además un evento aislado, sino que está vinculado a La Plata y a los acontecimientos de 1810-1811 y de manera particular a abril de 1810, cuando se reunieron en Chuquisaca Juan Manuel Cáceres, el cacique Titichoca, el prebendado de Sucre Andrés Jiménez de León y Manco Kapac y un grupo de cochabambinos (Arze, 1987: 129-133; Soux, 2001).

El proyecto de ruptura política se forjó a lo largo de los años y posiblemente de manera más clara después de la represión a los movimientos en 1810.

De los descabezamientos a los encabezamientos y gobiernos propios

En julio de 1809 se dio el descabezamiento de las más altas autoridades (que en lenguaje contemporáneo podría equipararse a un golpe de Estado): la de la máxima autoridad política o la del gobernador, la de la máxima autoridad religiosa, del obispo, y la de las máximas autoridades de los partidos o provincias, o subdelegados.

En su lugar se establecieron nuevas autoridades conformadas por nuevos subdelegados, protectores y comandantes, que constituyeron una especie de plana mayor que para Pacajes, Omasuyos y Yungas fue una renovación que podría ser considerada como un “reencabezamiento”, utilizando los términos de Thomson, ya que las autoridades cacicales y de las comunidades se encontraban sujetos, como antes, a subdelegados.

La situación parece, sin embargo, mucho más compleja, como en el caso de Yungas, en el que la participación indígena o negra implicó negociaciones y derechos que se demandaron y se ofrecieron.

Organizando movimientos militares de miles de hombres

Yungas resulta particularmente importante porque es la región donde se refugiaron los insurgentes de La Paz y porque hay información muy novedosa sobre ella.

El movimiento se fue desarrollando a partir del traslado, desde La Paz, de un grupo no muy numeroso de personas: el comandante militar, Manuel Victorio García Lanza, el subdelegado Manuel Ortiz, el protector Crispín Diez de Medina, el indio y vocal de la Junta Tuitiva, Catari, además de Sebastián Álvarez de Villaseñor y Julián Peñaranda, que aparece como capitán de la expedición, pero también como amanuense y era, según Aranzaes, un “lengauraz” con el apodo de Wich’inka/Quichinka.

Este grupo salió de La Paz, pasó por Palca y en Yanacachi se enteraron que Irupana se había constituido en el bastión de lucha en contra de los insurgentes encabezados por el obispo, trasladándose luego a Chupe, donde convocaron, para un día domingo, a unos 200 a 300 indios por medio de sus jilacatas.

Todos ellos tejieron estrechas alianzas con la población local, de tal manera que es aquí donde se percibe, mucho más claramente que en el altiplano, un movimiento conjunto y una organización militar que no solo fue una amenaza seria en toda la región, sino que inauguraría un tipo de movimiento y lucha fundamental a partir de entonces.

La magnitud de la movilización tanto en términos geográficos y organizativos como numéricos resulta sorprendente.

Se basó en una red de capitanes, caciques, alcaldes pedáneos, y otros, que representaban los principales pueblos de las comunidades y haciendas de la región, de acuerdo también a su condición. Se tenían así indios y negros de comunidades y haciendas, vecinos de pueblos y mestizos.

Algunas de estas autoridades asumieron rangos militares y existían capitanes y comandantes de indios, lo que rememora la organización que se utilizaría muchos años después en Ayopaya, analizada por Roger Mamani.

Los actores de la época proporcionan algunas evaluaciones que van desde algunos cientos de hombres hasta alrededor 8.000 movilizados. Lo interesante también es conocer con qué incentivos se dio esa movilización. José Lucas de la Fuente afirmó que “se ofrecía públicamente la libertad a los esclavos y que cierta vez se juntaron unos 200 cholos, 3.000 indios y 120 negros y que todos habían llegado para combatir”.

El protector de naturales, Crispín Diez de Medina, que estuvo personalmente involucrado y que luego dio su declaración, desde la prisión, afirmó que Lanza predicó, exhortó y convocó, incluso por escrito, a indios y a españoles de Coroico y Coripata y que “oyó decir” que vinieron 8.000 almas entre negros indios y españoles.

Manuel Sebastián Álvarez de Villaseñor, capitán de milicias de Buenos Aires, afirmó en un momento que no eran más de 2.000. Martín Herrera, capitán comandante del pueblo de Chulumani, recordó que eran alrededor de 4.000.

Juan Antonio Cordero, mestizo ladino, oyó decir que Lanza había ofrecido libertad a los esclavos y que todos, entre españoles, cholos, indios y negros llegaban a 5.000 hombres para ir en contra de Irupana. Julián Peñaranda afirmó, por su parte, que la gente que se reunió en Chulumani ascendía a unos 5.000 para invadir Irupana. Carátula del Cuaderno 3: Conmoción en La Plata y La Paz. A la derecha, el rotulado de una nota dirigida a Manuel Gemio: “Al Sr. Don Manuel Gemio (que era cacique), Capitán Comandante de Naturales y Negros...”.

Las promesas y la emergencia de un horizonte por qué luchar

La movilización supone, por un lado, un gran conocimiento de la región e implica relaciones con las autoridades de comunidades y haciendas, así como un conocimiento de su organización. Pero también, y es lo que nos interesa destacar aquí, que la gente se movilizaba por diferentes razones, unas como promesas y horizontes de lucha, otras mucho más pragmáticas (salarios o promesas de saqueos).

Algunos testigos afirmaron que Lanza prometía el derecho de igualdad, la construcción de fábricas para que no se necesitaran las de España; que ya no se observaría la legislación porque los pleitos se decidirían verbalmente; que los bienes serían comunes; que se terminaría la pobreza y que todos serían felices; que los naturales se libertarían de sus servicios y pagarían solo cierto tributo y que los esclavos dejarían de serlo.

Otro testigo oyó decir que los “medios de seducción que usaba Lanza y sus secuaces eran ofrecerles la libertad de la esclavitud a dichos negros y la de tributos y obvenciones a los indios y que cuando mucho pagarían por tercio diez reales; que vieron un papel de libertad dado por Lanza al negro Pedro de la hacienda de Chiquero, cuyo mayordomo lo entregó al Sr. Subdelegado”. José María Mena de Chupe, plumario de Lanza, afirmó que se decía que todos serían iguales, que no habría distinciones, que vivirían como hermanos y todos serían ricos.

Julián Peñaranda, uno de los principales líderes, aseveró que Lanza era el que hablaba porque “era diestro en (el) idioma” y decía que quería exonerarlos del tributo, de los derechos parroquiales y de los servicios personales, afirmando “que no los debían porque todos eramos uno”; que a los esclavos les ofreció la libertad asegurando haber nacido tan libres como él y que el color era accidental; que formarían cuatro colegios, dos de hombres y dos de mujeres sin que a los padres les cueste un peso ni el mantenerlos ni el educarlos y que … las mujeres serían premiadas a los 14 años con una dote de 3.000 pesos; que “era tiempo de los naturales, que era tiempo de libertarse de las pensiones de comunidad”.

Sostuvo también que García Lanza decía que no se sabía si el rey estaba muerto o vivo y que si había muerto había que obedecer a una junta formada en Buenos Aires y otra en La Paz, a semejanza de la Junta Central y de Sevilla.

Catari afirmaba lo mismo, aunque con la diferencia de que si el rey estaba muerto había que coronar a un rey descendiente de los indios Ingas del Perú, o en caso contrario se sujetarían a la Junta de La Paz que hacia vez de rey.

Catari tenía una figura catalizadora como rey Inca. Un testigo declaró que Crispín Diez de Medina había nombrado a Catari como vocal de la junta llevando el título de Usía y dándosele el “apelativo” de “Incacollo Catari” y que lo hacían reconocer a los indios “asegurándoles que era su mayor …”.

En Chulumani, cuando se dio un banquete y convite general para todo el pueblo, se dice que “coronó” con “sarao en la noche en casa del consabido subdelegado falso, Manuel Ortiz, sentándolo al indio en medio de los asientos del cura de Chulumani y el suyo en la cabecera”.

José Sánchez, soldado veterano de la ciudad de La Paz, y que fue a Chirca junto a otros 12 soldados y el Inca Catari, afirmó que Lanza convocaba a la gente “trayendo a dicho indio Catari como escudo para la seducción”, haciendo conocer a todos los naturales “que es a este indio a quien debían obedecer; y que su Ilustrísima, el Alguacil Mariano Urdininea y el comandante provisional Joaquín Revuelta “y los demás criollos …eran traidores al Sr. D. Fernando 7”.

Todo este ambiente de esperanzas de cambio y de simbolismo se combinaba con retribuciones muy concretas, como el pago de salarios que recibían las autoridades recientemente nombradas, pero también el pago a los movilizados.

Lanza ordenó que los mayordomos de las haciendas “remitieran” a los negros, pero que se les diera el pre de dos reales día; se echaba también mano de los ganados de las haciendas para alimentar a la tropa, se realizaban empréstitos e incluso se pedía contribuciones a los pasajeros de coca que venían con carneros de la tierra.

Los recursos de “los enemigos” constituían otro de los medios utilizados para solventar a las tropas. El plumario de Manuel Victorio García Lanza relató que cuando el cura Larrea y su hermano fueron apresados, llevaron todo el ganado vacuno de la hacienda de Suqui. Uno de los vecinos declaró haber “oído decir” al cuñado del indio Catari, el presbítero Manuel Mamani, “que (éste) les ofreció el saqueo y …que pretendían tomar todas las fincas del partido de Yungas para facilitar a los insurgentes el paso a estos lugares”.

Las acciones de los hombres del 16 de julio suscitaron también iniciativas propias de determinados actores y no siempre se dio una subordinación.

El subdelegado Ortiz se quejó, el 1 de septiembre, de que el alcalde ordinario de Irupana hizo caso omiso de la orden de alistamiento de gente que se había ordenado pero que, además, “el zambo Bartolomé Apaza, individuo de la comunidad de Yrupana”, andaba haciendo juntas, es decir reuniones, aconsejando a los naturales “de que era tiempo se exonerasen de todas las obligaciones a que están reatadas sus sayañas y aun de la contribución real”.

Ortiz ordenó que el cacique de sangre de aquel pueblo, Rafael Peñaranda, lo remitiera preso y lo hizo, pero el alcalde ordinario lo soltó reuniendo además, a todos los vecinos del pueblo en contra de Ortiz.

Aunque la movilización se hizo en gran parte de acuerdo a las divisiones sociales y étnicas, el movimiento liderado por Lanza abrió posibilidades de cambios, algunos muy reales y concretos y otros más “abstractos” que fueron constituyendo un horizonte político que posiblemente no era plenamente compartido por todos. Esto supone relaciones, negociaciones, imposiciones y concesiones entre los diferentes actores involucrados.

Es decir que los líderes seguramente “prometieron” ciertos derechos y/o situaciones concretas que se obtendrían, pero fueron también “presionados” por los diferentes grupos involucrados en función de sus propias demandas e intereses.

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