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Destinos turisticos Isla Pariti

Isla Pariti

Isla Pariti, se encuentra en el lago menor del Lago Titicaca, denominado “Wiñay Marka” que traducido de la lengua aymara significa “Ciudad Eterna”. Esta isla se ubica a 37 kilómetros de distancia de la Población de Puerto Pérez y es conocida por los pobladores locales a través del enigmático y místico poder que emana de ella. Forma parte del conjunto de islas al sur del Lago Sagrado.

Comprendidas en el complejo ceremonial de los pueblos andinos cuyo centro vital estaba en la Isla del Sol. En Parití se encontró una gran riqueza arqueológica que data del año 900 a 1050 a. c., presumiblemente hubieran formado parte de la cultura Tiahuanaco. La finísima cerámica tiene figuras de animales selváticos como tigres, monos, etc.; algo que hace pensar que este sitio era un centro ceremonial al que acudían los originarios venidos desde otros pueblos ubicados más allá de Los Andes.

De los vestigios encontrados sobresale el Señor de los Patos que es una de las piezas más notables de la extraordinaria exposición que se encuentra en exhibición en el museo ubicado en la isla. Para ingresar a Parití es necesario tomar un bote desde la Población de Quehuaya que atracan cerca del bosque de totoras. En el ambiente se percibe una extraña sensación de la presencia de fuerzas telúricas o cósmicas. La isla está formada por un peñón rocoso de 1 kilómetro y medio de largo aproximadamente con alturas variables.

Desde la parte más alta se puede contemplar un bello paisaje del Lago Titicaca. llegando a observar la isla Suriki, los chullpares de Quehuaya y la orilla colindante con el vecino país del Perú. La temporada aconsejable para visitar la zona es la época seca que comprende los meses de mayo a septiembre.

Se destaca por ser uno de los centros ceremoniales más reconocidos de la antigua cultura tiwanaku. Se cree que a la isla acudían pueblos de diversos rincones del país a entregar ofrendas a los dioses.

Uno de sus mayores atractivos es el rico Museo Arqueológico, que cuenta con piezas pertenecientes a la cultura tiwanakota y chiripa, como vasijas con cabezas de animales como pumas y patos. Por las finas características de estos vestigios, Pariti se considera un importante lugar religioso.

Llena de costumbres y cultura, la isla de Pariti es un testimonio vivo de las antiguas culturas del lago Titicaca.

Recomendaciones


Abrigada y para condiciones climáticas ventosas, zapatos cómodos, gorra y lentes para el sol; abrigo impermeable para época de lluvias botiquín de primeros auxilios, con protector solar y medicamentos para el mal de altura.

¿Como llegar ?

Partida            Llegada          Distancia(aprox)

La Paz               El Alto                 13 km. 

El Alto               Batallas               50 km 

Batallas             Puerto Pérez         8 km. 

Puerto Pérez     Isla de Pariti        37 km.

Información del Destino

Atracciones

Arqueología, áreas naturales, artesanía, museos. 

Actividades

Turismo cultural, trekking, observación de flora y fauna.

Ubicación

Cómo llegar

Durante todo el año.

Cuando Ir

Por vía marítima, navegando desde Puerto Pérez. El trayecto dura aproximadamente una hora.

Clima

Semifrío árido.

Servicios

Transporte, alojamiento, comida.

Alrededores

Puerto Pérez, Cumana.

Transporte

En transporte público

Con minibuses desde la terminal interprovincial de la ciudad de El Alto hacia Quehuaya, duración del viaje 4 horas aproximadamente. El horario de partida de los minibuses es a las 10:00 a.m, caseta 17. El precio del pasaje es de Bs 10 por persona. Consultar sobre cambios de horarios o precios en la terminal.

En transporte de la comunidad

Desde la ciudad de El Alto en la zona Rio Seco, al frente de la terminal interprovincial, parte transporte local hacia Quehuaya. El horario de partida 6:00 a.m a 7:00 a.m. El precio del pasaje es de Bs 15 por persona.

En transporte privado

Desde la ciudad de La Paz tomar la Ruta Nacional 2 en dirección hacia Batallas; tomar la desviación con dirección a Pucara hacia al lago Titicaca hasta la Comunidad de Quehuaya. La duración de viaje es de 3 horas y 30 minutos aproximadamente.

Desde Quehuaya se accede al laberinto de totorales a través de las embarcaciones de madera de los comunarios.

Departamento


La Paz

Región

Altiplano Norte

Provincia

Los Andes

Municipio

Batallas

Categoria

1.8.1. Islas Lacustres

Jerarquia

Jerarquia Iii

Coordenadas

Latitud: -16.351935 Longitud: -68.7398567

Temperatura

4 °C - 10 °C

Altitud

3826 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/isla_pariti/308

Leyendas de La Paz los condenados

Son muertos que no pueden descansar y que vagan entre los vivos. Estos seres son muchos y tienen distintas historias. En general, son personas que en vida traicionaron o fueron traicionadas, que murieron trágica e injustamente o que empeñaron su palabra y no llegaron a honrarla.

La radio y la prensa explotaron alguna vez, y con gran éxito, a los condenados. Una estación en idioma aymara mantuvo en vilo a los escuchas, en la década de los 60, con la radionovela que se llamó El condenado del cementerio. Y la revista sensacionalista Alarma elevó a categoría de noticia la historia de La cholita condenada que la gente de Cochabamba reportó incluso haber visto en los pueblos.

Una de las historias habla de dos enamorados: Margarita y Tomás. Ella trabajaba en la ciudad y él llegaba cada domingo del campo para visitarla. Ambos se prometieron matrimonio, pero de pronto él faltó a las citas y ella, luego de llorar, le maldijo. Pasados unos meses, una noche alguien parecido a Tomás se acercó a Margarita pero no la miró. Sólo le dijo "Devuélveme mi palabra". Ella viajó al pueblo para averiguar qué pasaba y allí se enteró de que él había muerto atropellado varios domingos atrás. Asustada, acudió a la iglesia y el cura le aconsejó que si él volvía, le citara en el templo y que llevara una flor y un pañuelo blancos. Así ocurrió. Al acercársele el condenado, ella le entregó los objetos diciéndole: "Te devuelvo tu promesa". Entonces la figura se metió bajo tierra como un suspiro.

Destinos turisticos El Paraiso

El Paraiso

El Paraíso, es una zona natural ubicada en uno de los puntos más elevados del Municipio de Chulumani, se encuentra en posición adyacente al área conocida como Loma Linda. Por los alrededores del atractivo se destaca la presencia de vegetación espesa compuesta por pinos y eucaliptos. Asimismo, cuenta con árboles traídos de otras regiónes que se han adaptado de forma exitosa al ecosistema yungueño y en combinación con la vegetación nativa han creado un escenario atractivo y diferente en el entorno.

Desde El Paraíso se tiene una vista privilegiada de la belleza paisajística de los Yungas; por sus alrededores se cuenta con caminos y sendas que permiten al visitante la realización de caminatas y actividades de convivencia con la naturaleza. Sus espacios naturales, permiten realizar excursiones y campings. Este sitio natural se constituye en el trayecto final para el camino precolombino de Yunga Cruz.

Recomendaciones

Llevar ropa liviana, zapatos cómodos para caminar, lentes y gorra para el sol, abrigo impermeable para época de lluvias; botiquín de primeros auxilios con protector solar, repelente contra insectos y medicina para el mal de altura.

Departamento

La Paz

Región

Yungas

Provincia

Sud Yungas

Municipio

Chulumani

Categoria

1.10.1. Flora

Jerarquia

Jerarquia Ii

Coordenadas

Latitud: -16.397507 Longitud: -67.5517397

Temperatura

11 °C - 29 °C

Altitud

2139 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/el_paraiso/197

La leyenda de las cabezas volantes

Pertenecen a gente asesinada. Por la noche buscan de sus victimarios y muerden. Si el día las sorprende se esconden en el cuerpo de los animales

Destinos turisticos ciudad de piedra

Ciudad de piedra

La ciudad de piedra, se encuentra ubicada en el Municipio de Calacoto; es un atractivo natural, producto de la erosión y meteorización que moldeo la piedra dura del altiplano cual si se trata de un material suave, configurando un extraordinario lugar conocido tanto a nivel nacional como internacional.

El área presenta una infinidad de formaciones rocosas en una superficie aproximada de 30 kilómetros de largo por 8 kilómetros de ancho. Observándolas con detenimiento, se puede apreciar un “conjunto urbano” donde se asemejan calles, avenidas, plazuelas, casas, hasta un pequeño aeropuerto; todas estas formaciones labradas en roca volcánica, como si la ciudad hubiera sido labrada por fuérzas sobrenaturales. Todas estas columnas se ubican rodeadas de vegetación como la “thola” y algunos pajonales. Asimismo se evidencia la presencia de la fauna nativa como, perdices, vizcachas y gran diversidad de aves. Sobre el origen de la ciudad, la población local ha formulado numerosas leyendas e historias. La más destacada señala que habría sido construida por los dioses o que en ella estarían cobijados los espíritus de Los Andes.

Existen varios senderos que salen de la población, atraviesan y conducen a la Ciudad de Piedra. Estas vías son aptas para las caminatas por las inmediaciones de este majestuoso lugar de atractivos paisajísticos singulares. Para visitar el atractivo es necesario ir acompañado con un guía local debido a que los obeliscos forman un laberinto rocoso natural y donde puede ser fácil desorientarse.

Para saber mas se puede consultar

https://es.wikipedia.org/wiki/Ciudad_de_Piedra

La leyenda de la ciudad de piedra

(La Razón)

Entre Charaña y Rosales, a los pies de una comunidad llamada Muru Amaya, se ubica esta formación geológica que se conformó ya hace 10.000 años. Allá las formas imposibles se funden con el trazo de sus historias. Y el que entra, si sale, nunca queda indiferente.

El sol caía horizontal y la sed, grasienta, me devoraba los labios. Mis pies escrutaban el vacío y mi cuerpo se deslizaba por el borde del cañón, una inmensa dentadura de encantos verticales, temblando entre las dos paredes rojizas. Se cumplía la leyenda de la ciudad de piedra: “Uno sabe cuándo entra, pero nunca cuándo va a salir”.

Minutos después, en un último y fugaz vistazo al atravesar el filo de la garganta por un paso que se llama la escalera, me cercioré de que el aliento de la ciudad de piedra realmente existía. Ella, eterna y semiburlona, nos despachó con aires de clemencia, ya que esta historia comenzó con muy malos presagios.

Aquel martes los todoterrenos colorados de la prefectura avanzaban dando tumbos por el camino sin asfaltar que conducía al complejo rocoso, una titánica formación geológica de más de 2.000 kilómetros cuadrados que data de hace 10.000 años. Por aquel entonces, el volcán Anallajchi (5.583 metros) —próximo al Sajama— explotó sin tregua conformando ese lindo sueño de canto y arena. Y todo resultó normal hasta que llegamos al pueblo de Calacoto, acompañados por la vieja y denostada vía férrea. Allí, un extraño arco iris de doble arco doblegó las primeras conciencias. Luego, tras cruzar el río, el cielo se atragantó con el azul tridente de los rayos y una golpiza de granizo embistió hasta estremecer el suelo.

Fue en esa atmósfera que aterrizamos en Muru Amaya —el corazón de la ciudad de piedra— casi en la anochecida. Y la pequeña comunidad dispuso el tercer guiño de casualidad. En quechua su nombre significa “la pared de la muerte”. Así, tan sólo el delgado hilo de voces de la Panamericana, resonando en una destartalada radio, sepultaba los maltratados nervios.

Hacia ninguna parte

A la mañana siguiente, las luces malvas del alba enfocaron la escena de la partida. Y nos dimos cuenta de que Muru Amaya estaba en medio de un fortaleza natural de cerros escarpados, donde las rocas se sucedían esbeltas como teclas de piano. Nos acompañaban tres comunarios —Gregorio, Jaime y Justo—, que se movían cual vizcachas por entre el laberinto de piedras.

El ascenso y la proximidad a la mastodóntica estructura cambió las perspectivas. Los peñascos crecían y crecían tomando formas de lo más caprichosas y, abajo, el pueblo se convertía en una leve mancha de adobe y un reflejo agudo de calamina.

En la entrada al complejo de piedra, un pasillo estrecho y tenue se veía a palmos. Sin embargo, al fondo de la corta senda, comenzaba la leyenda de la que dicen ciudad encantada (Pumiri). Silencio y vacío. Una superficie plana de guijarro y tierra se extendía al infinito besando los cuatro puntos cardinales.

Los primeros pasos no hospedaron ruido alguno. La vida parecía ahogada por los bordes del barranco y el lugar era un desierto donde nada se escuchaba. Unicamente las siluetas que se erguían en cada esquina —chimeneas, calaveras y lenguas de piedra— querían contar algo. “Cientos de caravanas de gente han muerto durante años intentando cruzar de uno a otro lado”, recordaba Gregorio. El conoce bien la zona pero, a pesar de eso, no dejaban de martillear en mi cabeza otras palabras como advertencia: “Uno sabe cuándo entra, pero nunca cuándo sale”. La sensación de pérdida era una maldición que se llevaba encima. Incluso, el vuelo de los pocos pájaros si acaso se volvía un murmullo sordo. Y la pampa que se insinuaba en un principio no era tal. Casi sin darnos cuenta, en segundos, nos rodeaba una cascada de piedras. La planicie era un pequeño desfiladero sobre el cerro. Entonces, empezaba a ser consciente de que ese lugar alojaba mimbres para lo imposible. La desorientación era tal que, por momentos, tenía la certeza de que aquel sitio no existía.

Más tarde, las sombras se adueñaron de peñas y precipicios. Y una roca con forma de muela atrajo nuestra atención. A su vera, los huesos recientes de un camélido reposaban fríos entre unas yerbas. Era el rastro inconfundible del puma, pardo, que recorre a zancadas la ciudad de piedra como miembro fiel de su leyenda. No es el único. Venados, cóndores, víboras y vizcachas campan a sus anchas por entre el aspecto tullido de las rocas.

Un nombre para cada lugar

De repente, un chasquido de viento consciente rompió todas las inercias. Y recordé otra de las historias de la ciudad de piedra. “Lo que allí ocurra depende tan sólo del estado de ánimo con que uno haya entrado”. Pese al retorno de un sol de fierro y avinagrado, sentí la tímida galerna como un escalofrío gélido melancólico. Fue como si la tremenda formación rocosa estuviera perforándome los ojos para leer mi pensamiento, porque en instantes me olvidé de todo y retornó la calma infinita. La mole encantada, siempre sumisa a sus abismos, calzó así su personalidad cortante. Pero, como si el azar estuviera bien atado, se quiso insinuar de boca de los comunarios en cada sector, en cada nombre. Ningún lugar pudo escaparse de su topónimo obligado.

“Eso es el estanco. El agua llega a alcanzar allí hasta un metro de altura en las épocas de lluvia”, relataba Jaime señalando a una sima cóncava toda de piedra.

“Y allá se encuentra la caída del relámpago”, indicaba Justo. En las duras noches de tormenta, sus altas concentraciones de hierro llegan a ser sinónimo de muerte.

Y ya donde el horizonte dejaba sus contornos azulados, en los lindes del cañón, se alzaba una fortaleza o pukara. La construyeron los aimara para defenderse de la penetración incaica por Chile. El recinto, amurallado, tenía una vista única de la ciudad encantada. Desde sus alturas, las piedras se alistaban uniformes como las construcciones de un imperio.

Era la antesala de un adiós. Nadie nos lo dijo, pero el mágico complejo tenía ya prevista nuestra salida. De nuevo, silencios y soledades hicieron de guía indispensable, amén del conocimiento de la zona de los originarios. Así, con el calor rancio del mediodía, nos vimos abocados al vacío, porque bajo nuestros pies, por apenas unos segundos, se balanceaba el precipicio. Sudores y náuseas, un paso en falso y sería adecuada aquella canción que dice que la vida no vale nada.

En el descenso todavía resonaba el pálpito de la ciudad de piedra que nos hizo partícipes, por unas horas, de su misterio. Y asumí un chubasco renovado de dudas. ¿De verdad existe o era sólo un sueño? Entonces, resbale y caí. Como un quiste, un torrente de piedrecitas aguijoneó mi espalda. ¿Fue un aviso? No lo sé, pero la ciudad, por fin, se hizo leyenda.

Recomendaciones

Llevar ropa abrigadora, zapatos cómodos, lentes y gorra para el sol; botiquín de primeros auxilios con protector solar y medicina para el mal de altura.

¿Como llegar ?

Partida       Llegada             Distancia(aprox)

La Paz          Viacha                       36 km.
Viacha         Coro Coro                  81 km.
Coro Coro   Calacoto                    50 km.
Calacoto      Ciudad de Piedra      15 km.

Departamento

La Paz

Región

Altiplano Sur

Provincia

Pacajes

Municipio

Calacoto

Categoria

1.13.1. Formaciones Rocosas

Jerarquia

Jerarquia Iii

Coordenadas

Latitud: -17.318599 Longitud: -68.7084407

Temperatura

9 °C - 12 °C

Altitud

3871 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/ciudad_de_piedra/323

La leyenda del LARI LARI

Un zapateo en los techos y un rugido extraño alertan a la gente sobre la presencia del Lari Lari. Si nadie se manifiesta, el bicho —que se describe como un gato negro de espantoso rostro— entra en la casa buscando a un bebé solo o a un enfermo. De su maldad se sabe porque en el cuerpo sin vida de la víctima hay huellas de latigazos —"golpea con la cola"— y se dice que se robó el corazón. Los mineros lo ahuyentan detonando dinamita o petardos. Algunos le echan orines o carburo, pues el maléfico ser es muy sensible a los malos olores.

En la casa de los mineros siempre hay una caja de cohetillos para estas emergencias. Y las madres no dejan solo al niño chico. Si no hay remedio, colocan en la cabecera de su cama un cuchillo, una tijera o un chicote.

En el área rural, especialmente en Potosí, los comunarios acostumbran colocar las astas del toro en el techo de sus casas, pues el Lari Lari tiene miedo a encontrarse con este animal. Por eso prefiere los techos para andar.

Cuentan que en el cantón Rancho Grande, de la provincia potosina de Sud Chichas, el personaje llegó en una noche oscura buscando a su víctima, un niño que no había sido bautizado. Al saltar de un techo a otro se incrustó en el cuerno de un toro

tirado en un techo. Los comunarios, al escuchar los rugidos, salieron con palos y antorchas para matarlo, pero el Lari Lari empezó a llorar como un bebé. La dubitación de los campesinos fue aprovechada por el personaje para escapar. La comunidad optó entonces por colocar astas en todos los techos y, dicen, que desde esa vez el atacante no volvió.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=aoLz2h6LLEQ



Destinos turisticos La cultura kallawaya

Cultura Kallawaya

 “Cultura Kallawaya”, es un denominativo genérico para nombrar a los médicos religiosos y herbolarios itinerantes quienes son descendientes directos de los linajes que componían los ayllus dedicados a la atención de la salud, la ciencia y la religiosidad del Estado Inca. Los Kallawayas se encuentran hoy asentados en las localidades de Curva, Chajaya, Khanlaya, Huata Huata, Inka y Chari en los valles próximos a la Cordillera de Apolobamba en la Provincia Bautista Saavedra en el norte del Departamento de La Paz. Durante la colonia sus prácticas fuéron prohibidas, ya que fueron asociadas a la hechicería, aunque siguieron practicando sus conocimientos clandestinamente.

En noviembre del 2003 la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció en París la “Cosmovisión Andina de la Cultura Kallawaya”, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Sus miembros se distinguen por el colorido de su vestimenta. Llevan vistosos ponchos de variados diseños y bolsas tejidas donde introducen plantas y otras herramientas de auxilio que son utilizados con fines curativos, ceremoniales y litúrgicos. En la región son conocidos como los Qolla Kapachajuy o grandes señores de las bolsas medicinales. Son considerados guardianes del Puquina la lengua madre del Quechua equiparado como el Machaq Juyay, la lengua secreta de los Incas. Los Kallawayas fueron adquiriendo prestigio internacional por los conocimientos y sabiduría en el manejo de la farmacopea y los procedimientos de curación.

Recomendaciones

Llevar ropa liviana para el día y abrigada para la noche, zapatos para caminata, lentes, gorra para sol y abrigo impermeable en época de lluvias; botiquín de primeros auxilios con protector solar y medicinas.

¿Como llegar ?

Partida       Llegada    Distancia(aprox)

La Paz        Achacachi       94 km.
Achacachi  Escoma           81 km.
Escoma      Charazani       89 km.
Charazani  Huata Huata     5 km.

Departamento

La Paz

Región

Valles Interandinos Norte

Provincia

Saavedra

Municipio

Curva

Categoria

3.1. Grupos Etnicos

Jerarquia

Jerarquia Iii

Coordenadas

Latitud: -15.175447 Longitud: -68.9016577

Temperatura

37 °C - 21 °C

Altitud: 3227 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/cultura_kallawaya/157 

Para leer mas puede consultar 

https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_kallawaya

Amar en Bolivia como amó Violeta, nuestra ilustre chilena

Nota de prensa que salio publicado en el periodico Página Siete el día 24 de Marzo de 2019

Cecilia Lanza Lobo

“¿Cuántas veces se ha enamorado?”, le pregunta el periodista. Ella muestra los dedos de una mano. “Cinco”, dice el entrevistador. “Cinco millones”, responde Violeta Parra.

Foto Museo Violeta Parra

Y cinco millones en un día. Porque ella amaba así, con los ojos, con la boca, con el alma y con la lengua. Comía y bebía al hombre amado. Bebía y cantaba al hombre amado. Así amó al suizo Gilbert Favre, ese “Gringo bandolero” bolivianizado porque sí.

Con ese impulso llegó Violeta dos veces a Bolivia, a la peña Naira de Pepe Ballón, en busca de su amado Gilbert, apodado así, “Gringo bandolero”, por varias razones festivas, entre ellas su debilidad por las mujeres. Tanto lo amaba Violeta que hasta le propuso vivir con la mujer que fuese con tal de no perderlo. Pero no era cierto, sabemos. Su amado, que se había casado ya con la boliviana Indiana Reque Terán, sabía de memoria, tanto como Violeta, que sumergirse en esos mares lejos estaba de idilio celestial alguno.

Porque Violeta y su torbellino no eran del cielo, sino de la tierra. Y aquí en la tierra las pasiones amorosas rara vez son celestiales. Por eso Violeta decidió terminar de morir. Y se mató. Y así como fueron cinco millones de amores, fueron también millones los dolores de su vida. La pobreza, la sobrevivencia, el padre amado a pesar de sus alcoholes, ese que le dejó la música y el amor y el dolor de su ausencia. Si algo le sobraba eran pasiones; dos matrimonios, una hija muerta pequeñita y una vida luchando por vivir cantando. Y amando.

Violeta se suicidó y Ángel, su hijo más que ninguno, recuerda aquello como un profundo acto de libertad. “Venía de vuelta y siempre había sido crítica y autocrítica. No soportaba la mediocridad del amor ni de la sociedad que se avecinaba. Se adelantó un siglo a su época”.

Violeta se fue a los cielos escribió Ángel, su hijo, y el cineasta Andrés Wood le dedicó una película con el mismo nombre (2011). No sé si Violeta se fue a los cielos. Sólo sé que nos dejó un par de himnos. Volver a los 17 es suficiente.

“El amor es torbellino de pureza original, hasta el feroz animal susurra su dulce trino, detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros, el amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño, y al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero”.

(Volver a los 17, Violeta Parra)

Destinos turisticos Colpari Naranjani Comunidades Afrobolivianas

Colpari Naranjani Comunidades Afrobolivianas

Colpari Naranjani Comunidades Afrobolivianas, se caracterizan porque allí habitan descendientes de afrobolivianos dedicados a la agricultura, al cultivo de la coca y frutas de la temporada. La Comunidad de Colpar organizó el 2008 un grupo de jóvenes, entre hombres y mujeres, quienes están rescatando la danza de la saya con la misma creatividad y destreza con la que bailaban sus abuelos. Conformaron el grupo denominado “Renacimiento Saya Afroboliviana Colpar”, quienes además de revalorizar esta expresión artística, recuperan los valores, actitudes, formas de vida y cultura de los pueblos afrobolivianos.

Las comunidades participan al ritmo de la saya en festivales y fiestas patronales, donde la música es acompañada con los cantos de sus participantes. Se relatan historias y leyendas de sus ancestros, se destacan las voces de los hombres y los contra puntos de las mujeres.

Recomendaciones

Llevar ropa liviana, zapatos cómodos, lentes y gorra para el sol y abrigo impermeable para época de lluvias; botiquín de primeros auxilios y repelente contra insectos.

Departamento

La Paz

Región

Yungas

Provincia

Sud Yungas

Municipio

Chulumani

Categoria

3.3.2.danzas Y Bailes

Jerarquia

Jerarquia Ii

Coordenadas

Latitud: -16.36251 Longitud: -67.5382647

Temperatura

11 °C - 29 °C

Altitud

1760 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/colpari_naranjani_comunidades_afrobolivianas/195

Los japiñoños o duendes

Los japiñoños o especie de duendes disfrazados de mujeres bellas para seducir a los hombres. Éstas tienen relación con las sirenas o llallaguas "que suelen perseguir a los kusillos, símbolos de la fertilidad, para seducirlos. Si los atrapan, los matan", dicen las creencias y mitos.

Destinos turisticos Churiaca Area Recreacional

Churiaca Area Recreacional

Churiaca Área Recreacional, se encuentra ubicada a pocos minutos en movilidad y una pequeña caminata desde la Población de Irupana.

Es una zona, natural que se encuentra rodeada por árboles de portes altos y leñosos; además, de espacios abiertos con espacios deportivos bastante acogedores para el turista, ya que allí se puede realizar diferentes tipos de actividades recreacionales. Es ideal para compartir un momento con la familia y los amigos.

Este lugar es utilizado en acontecimientos, en algunas oportunidades para la realización de grandes acontecimientos deportivos y sociales.

Recomendaciones

Llevar ropa liviana, zapatos cómodos, lentes y gorra para el sol y abrigo impermeable para época de lluvias; botiquín de primeros auxilios y repelente contra insectos.

Departamento

La Paz

Región

Yungas

Provincia

Sud Yungas

Municipio

Irupana

Categoria

1.10.1. Flora

Jerarquia

Jerarquia Ii

Coordenadas

Latitud: -16.499539 Longitud: -67.432596

Temperatura

13 °C - 25 °C

Altitud

1953 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/churiaca_area_recreacional/222

La contrucción del Centro de Alto rendimiento del Cub Bolivar

La contrucción del Centro de Alto rendimiento del Club Bolivar de La Paz Bolivia

Fuente : https://www.youtube.com/watch?v=fmSuiHk_ed0



Destinos turisticos Cerro Pan de Azucar

Cerro Pan de Azucar

El Cerro Pan de Azúcar, se encuentra ubicado a 10 kilómetros de la Población de Viacha. Es una formación geológica que pertenece al periodo precámbrico. Forma parte de la historia del ejercito boliviano, ya que en este lugar y en las llanuras de Viacha, se encontraba asentado el fortín militar al mando del Mariscal Jose Aliviaran en 1841. En las cercanías tuvo lugar la “Batalla de Ingavi” con lo que quedo sellada la independencia de Bolivia.

Este cerro es también conocido como el “Fortín de Pan de Azúcar”, debido a que sirvió como un centro militar estratégico utilizado para las fuerzas armadas bolivianas. Sirvió también de trinchera para los soldados bolivianos. Su cima se constituyo en mirador desde donde el Mariscal Jose Ballivian pudo dirigir sus operaciones logísticas a fin de detener el avance de las tropas dirigidas por el presidente peruano, Agustín Gamarra.

Recomendaciones

Llevar ropa abrigada, zapatos cómodos para caminar, guantes, gafas de sol, gorra y o un sombrero, abrigo impermeable para época de lluvia, botiquín de primeros auxilios, protector solar y medicina para el mal de altura.

Departamento

La Paz

Región

Metropolitana

Provincia

Ingavi

Municipio

Viacha

Categoria

1.13.1. Formaciones Rocosas

Jerarquia

Jerarquia Ii

Coordenadas

Latitud: -16.710187 Longitud: -68.3011337

Temperatura

4 °C - 19 °C

Altitud

3900 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/cerro_pan_de_azucar/258

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