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Destinos turisticos El museo de robotica

 Es el primer museo de su tipo en Bolivia y esta ubicado en Achocalla es dirido por Robotics Creators Bolivia 




Documental sobre Los Marqueces

Los Marqueces fue un grupo paceño de finales de los años 60 y comienzos de los 70 conformado principalmente por los hermanos Marquez que tuvieron un trágico final, pues dos de ellos murieron, Miriam que fue apuñalada, Javier que también murio y Freddy Marquez Del Rio único sobreviviente de los tres hermanos

Un grupo controversial por donde se lo mire

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=YBU8Y6NgkIQ

Club Los Marqueces

Un paseo por el centro de la ciudad del grupo Los Marqueces en motocicletas 

 Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=1rz554B8ShA

 

Modismos paceños Chupaco

 Dicese de aquella persona que es un bebedor consitudinario o que bebe cada fin de semana

Persona que comienza con un K'aj y no termina hasta el día siguiente



Origen del Caporal (Fin del conflicto Bolivia/Perú)

En este video se demuestra que el Caporal nacio en la ciudad de La Paz 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=RzbfcSiyjVw

FREDDY MARQUEZ, GUSTAVO TORRICO PARTE 3 13-1-2012 @ CASI AL MEDIODIA PAT - BOLIVIA

Una comparación entre los Satucos de Torrico y Los Marqueces de Freddy Marquez Del Rio 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=RbllTz0uJBw

Modismos paceños Nica o Nicaragua

 Esta palabra significa imposible o algo que no pasara, tambien además de nica se suele usar Nicaragua o su versión mas popular NI CAgando



FREDDY MARQUEZ, GUSTAVO TORRICO PARTE 1 13-1-2012 @ CASI AL MEDIODIA PAT - BOLIVIA

Una entrevista hecha por Casimira Lema a Gustabo Torrico y a Freddy Marquez del Rio  un poco para comparar dos estilos, uno con los satucos y el otro con el grupo Los Marqueces

Fuente: https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=0b5qKT6OkNY

La historia de los Marqueces El asesinato de Miriam Marquez del Rio

 El asesinato de Miriam Susana Marquez hermana de Freddy Marquez del Rio por Hernan Vallejos Nuñes del Prado con varias puñaladas que al iban a ser dirigidas originalmente al hermano y que al final se confundieron ya que ambos hermanos iban vestidos de la misma forma. Ella tenia 17 años 














CARNAVAL SANGRIENTO

Abdel Padilla Vargas

El Carnaval de 1972 pudo haber pasado como cualquier otro en Bolivia —un respiro de fiesta en medio de una permanente tensión social y política—, si no fuera porque terminó con un evento sangriento, y del que aún se habla 51 años después.

La noche del 14 de febrero fue asesinada en La Paz la hija menor de la familia Márquez del Río, y cuyos hijos varones, Javier y Freddy, fundaron en septiembre de 1969 los Marqueces, la pandilla más conocida de la historia paceña.

Ese lunes de carnaval, alrededor de las 21.30, murió Miriam, de apenas 16 años, luego de ser varias veces apuñalada.

Miriam marquez del Rio

 



















En el siguiente relato conoceremos la historia de este suceso, contada por sus protagonistas, descrita en las crónicas de los periódicos de entonces y recordada por quienes conocieron a esta joven líder de las Marquezas, la versión femenina de la pandilla.

Medio siglo después, se sabe que este trágico evento no solo cerró uno de los capítulos más violentos y controversiales escritos por los grupos juveniles de las décadas del 60 y 70, sino que el impacto fue tal, que aún hay quienes prefieren no hablar por posibles represalias.

“Hay tranquilidad en el país”

El primer trimestre de 1972 fue para el gobierno de facto del entonces coronel Hugo Banzer Suárez la prueba de fuego de una gestión que arrancó apenas cuatro meses antes, con el Golpe contra el general Juan José Torres, el 21 de agosto de 1971, uno de los más cruentos de nuestra historia con más de 100 muertos, cientos de heridos y decenas de desaparecidos.

Paradójicamente, el mejor ejemplo de este denso clima político fue que el sábado 12, el primero de los cuatro días de Carnaval, el ministro del Interior, Mario Adett Zamora, declaraba ante la prensa que “hay tranquilidad en el país”, que es la frase con la que abrió su edición de la fecha El Diario. La declaración oficial era una manera de responder y esconder las protestas de los familiares de presos políticos en las cárceles y los centros de tortura.

Sin embargo, la forzada aclaración no pudo atenuar la declaración, también ese día, del Presidente Banzer, que advirtió que actuaría “sin contemplaciones contra los enemigos de la patria”.

A pesar de todo ello, una vez más, el país entraría en un estado de tregua de cuatro días, que ni la niebla política opacaría ante una de las fiestas más esperadas del calendario.

Barbie, los Marqueces y el Carnaval

Eran tiempos en los que se organizaban festejos masivos, algunos de gala y otros con disfraces y mascaradas. Fue el caso del baile de disfraces en el Rotary Club La Paz o el show de gala en los tradicionales salones de Los Escudos, donde actuaban grupos como el Trío Oriental, Los Caballeros del Folklore, José Zapata y Los Tres Chiflados (bolivianos), con el aviso, tan normal entonces, de “derecho de admisión”.

Dos noticias sobre Bolivia daban esos días lentamente la vuelta al mundo: un artículo escrito en el New York Times, que nos presentaba como “un país de cocaína” y “malo para las inversiones”; y la solicitud de extradición por parte de Francia de Klaus “Altmann” Barbie, el “Carnicero de Lyon”, criminal nazi que escapó de Europa para refugiarse en Bolivia, donde obtuvo la nacionalidad y la protección de varios gobiernos de turno.

En febrero de 1972 visitó el país Beate Klarsfeld, la “Cazadora de nazis”, con la documentación que probaba la verdadera identidad de Klaus Barbie y que en Bolivia se hacía llamar Klaus Altmann. A pesar de ello, este oscuro personaje no fue extraditado del país, sino en 1983, con el retorno de la democracia.

Sospechosa y coincidentemente, esos días, mientras Klarsfeld lo buscaba, Barbie se encontraba, incomunicado, en la cárcel de San Pedro, detenido no por la grave denuncia de la “Cazadora de nazis”, sino por una supuesta deuda con la Corporación Boliviana de Fomento de más de 50 millones de pesos bolivianos, ya que en el país era conocido como un próspero empresario. Lo insólito fue que ni bien Klarsfeld fue “invitada” a salir del país por el gobierno de Banzer, cuyo Ministerio del Interior secuestró parte de la documentación que trajo contra Barbie, éste desapareció misteriosamente del panóptico la mañana del lunes 14.

Considerando que Barbie fue llevado a San Pedro el jueves 10 de febrero, es muy probable que haya coincidido en el interior, sin conocerse, con Freddy Márquez del Río, uno de los líderes de los Marqueces que era detenido por segunda vez en la cárcel, aunque en esta ocasión solo por un mes, del 8 de enero al viernes 11 de febrero, víspera del inicio de Carnaval.

La primera vez que Freddy pisó la cárcel, junto a su hermano, Javier, y otros miembros de los Marqueces, fue en octubre de 1971, acusado por la toma de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en julio de 1970, durante el gobierno de Alfredo Ovando.

Es decir que estuvo preso durante toda la gestión de Juan José Torres (octubre de 1970 - agosto de 1972), recuperando su libertad tres semanas después del Golpe de Hugo Banzer, proceso al que Freddy Márquez llama “revolución”: El 20 de agosto de 1971 “Banzer instaura su revolución en La Paz, a las 11 de la noche vemos un grupo numeroso en las afueras del panóptico, que indicaban ‘que salgan los Marqueces, queremos matarlos’, no sé quiénes serían, era cualquier cantidad de personas. Lo que hizo la guardia es cerrar las puertas interiores y exteriores con candados. A las seis de la mañana ya se calma todo y a las siete pasaron los tanques, había triunfado la revolución del coronel Banzer”.

El relato corresponde al documental La verdadera y única historia de los Marqueces, donde Freddy cuenta en primera persona lo sucedido esos días. Aunque Lo que se calló pidió en más de una oportunidad entrevistarlo, la respuesta fue remitirnos al documental para conocer su versión.

Meses más tarde, el 31 de agosto de 1972, según el documental, el gobierno de Banzer ordenó su detención, nuevamente en la cárcel de San Pedro, esta vez hasta febrero de 1975.

Los Marqueces, nombre que deriva del apellido de sus fundadores, era una pandilla miraflorina que, a esa altura, febrero de 1972, era tan conocida como temida. Se la distinguía por su forma de vestir —botas, ropa negra o de jeans— y el uso de cadenas, cachiporras y algunas pocas motocicletas, imitación de los Hell Angels (Ángéles del Infierno) estadounidenses.

Si bien Miraflores era su territorio, su irrupción en las fiestas de otros barrios con desenlaces violentos, fue un tipo de conducta que se hizo regular, lo que obligó a los otros grupos y pandillas a organizarse para repelerlos. El resultado: peleas campales de jovencitos entre 15 y 23 años, algunos de los cuales terminaban por algunas horas en los hospitales o en las celdas policiales.

El Carnaval de 1972 no fue la excepción, aunque esta vez el resultado sería mortal.

El preludio

El jueves 10 de febrero, en una función al aire libre debutó en la plaza de San Pedro el conjunto electrónico Tabú, base del hoy famoso grupo Wara. Su objetivo era —como sus representantes mencionaron en una nota en el periódico Hoy de la época— “ingresar, una vez que concluya el Carnaval, a la cartelera artística con una presentación en el cine-teatro Monje Campero”.

Según ellos, recibieron varias ofertas para tocar en las fiestas, pero solo decidieron aceptar dos: la del grupo San Pedro 72, conformado por clubes de esta zona de la ladera oeste paceña —Tigres, Merry Party, Mandioca, Bebés, Miel y Simpáticos—, que se unieron para dicho evento; y la de los Calhambeques y Marqueces , una “alianza” de dos grupos que muchos consideraban rivales, pero que en realidad hacían pactos circunstanciales, como lo confirmaron el propio Freddy Márquez y Richard Trigo, uno de los fundadores de los Calhambeques. Este último en una entrevista reciente con Lo que se calló.

“Los hermanos Márquez salieron de la cárcel días antes de Carnaval. Vinieron donde nosotros, que ya teníamos organizada la comparsa, y nos pidieron pasar las fiestas juntos. Solo lo hicieron tres personas, no todo el grupo: Freddy y Miriam Márquez, junto con otro acompañante, que creo se llamaba Omar, que ya murió”, recuerda Trigo.

La fiesta de San Pedro 72 se realizó en el salón del Centro Nacional de Formación Integral (Cenafi), en la calle Ballivián, a dos cuadras de la plaza Murillo; mientras que la de los Calhambeques y Marqueces se hizo en la sede de los beneméritos de la plaza San Francisco.

El trato de Tabú con el primero fue amenizar “toda la temporada” del Carnaval en Cenafi, mientras que con los segundos se acordó hacerlo solo por el sábado 12.

“En Cenafi había, aparte de nosotros, una banda, hecho que nos permitía el doblete, pero en lo de los Calhambeques solo tocábamos nosotros y hubo reacción por los tiempos de espera. Reclamaron perjuicio y, no obstante haber llegado a un acuerdo en sentido que con exclusividad trabajaríamos uno de los días de tentación, en determinado momento aparecieron los Marqueces y trataron de persuadirnos a que dejáramos la fiesta del Cenafi. Luego se llevaron en garantía un órgano eléctrico. Frente a este atropello, denunciamos el caso a la Policía y con dos detectives logramos dar con el paradero del instrumento y de los contratantes. Nuevamente alegaron perjuicios y exigieron la devolución del precio del contrato, hecho que sucedió casi de inmediato, puesto que les devolvimos los mil pesos bolivianos que habíamos recibido, con lo cual se cerró todo convenio”, reza la aclaración que hizo el conjunto, publicada en el periódico Hoy.

Al igual que Freddy Márquez, los miembros del entonces conjunto Tabú, hoy Wara, tampoco quisieron dar su versión sobre lo sucedido ese carnaval de 1972.

“En consenso con los integrantes se decidió no dar entrevistas como Wara al respecto, a objeto de no abrir heridas sobre el tema… Sin embargo, extraoficialmente, para aportar a la verdad de los hechos te puedo aclarar lo siguiente: Tabú, en esa noche de Carnaval, tenía dos contratos: uno con los Marqueces y otro con San Pedro 72. Se tocó en principio para los Marqueces y luego el grupo se trasladó a la fiesta de San Pedro 72”, nos dijo un integrante del grupo.

Ante las amenazas reiteradas de Marqueces y Calhambeques, la directiva de San Pedro 72 acudió a la Dirección de Investigación Nacional (DIN) de la Policía para pedir garantías, pero no se presentó ningún investigador ni efectivo, sino hasta la noche del lunes 14. Pero ya era tarde.

El domingo 13, La Paz amaneció con la noticia de que estaba prohibido el juego con agua, según una disposición del alcalde Armando Escóbar Uría, que también vedó los disfraces relacionados con el clero, las Fuerzas Armadas, la Policía y “todo lo que constituya un atentado contra la moral y las buenas costumbres”.

Así, durante el día se desarrollaron las tradicionales entradas de Carnaval y en la noche continuaron las fiestas en los salones, entre ellas la segunda jornada de baile de San Pedro 72 en el Cenafi, que una vez más, según miembros de su directiva, recibieron la “visita” de dos seguidores de la “alianza” Marqueces y Calhambeques, que, una vez dentro, “golpearon a una persona y luego se dieron a la fuga”.

Este sería el segundo aviso y el preludio de lo sucedería 24 horas después, cuando no sólo cambió para siempre la historia de dos familias, sino de las pandillas juveniles en la sede de gobierno.

Miriam, la Marqueza

Quienes conocieron a Miriam Márquez del Río la describen como una muchacha “muy linda”, de un carácter tierno como decidido, y sobre todo recia durante los enfrentamientos con los grupos rivales.

Se sabe que estudió en los colegios María Auxiliadora, Inglés Católico, Instituto Miguel Cervantes y Príncipe de Paz.

“Algo que recuerdo es que tenía un perrito que cuando ella cantaba, él también lo hacía, eso le gustaba mucho a Miriam”, dice una de sus amigas, que la conoció en el colegio Príncipe de Paz, y fue miembro de las antiguas Marquezas, que Miriam lideró.

Hoy esta mujer, ya de 66 años, radica en Santa Cruz, pero cuando Miriam murió, en 1972, tenía, al igual que ella, apenas 16 años. La líder de las Marquezas nació el 21 de septiembre de 1955.

“Nuestro punto de encuentro era el exzoológico o Parque de Los Monos, donde también, de vez en cuando, nos enfrentábamos con otros grupos con golpes y cadenas”, recuerda.

La vestimenta típica de las Marquezas en la década del 70 eran las botas negras largas, arriba de la rodilla; los ponchos con hombreras y de medio pecho; y los famosos pantalones cortos o hot pants, tipo short o minifalda.

Esta vestimenta resaltaba en Miriam, que con sus 1,68 metros de estatura, y el cabello negro ligeramente ondulado, aparentaba tener más edad.

La noche del lunes 14 de febrero, Miriam, según cuentan los testigos, entre ellos Richard Trigo, sumo a su característica vestimenta un abrigo largo, muy parecido al que también usó su hermano Freddy, y que la hacía aún más imponente.

Alrededor de las 21 horas, consumando las advertencias que hicieron el sábado y el domingo, un grupo de élite de los Marqueces y Calhambeques, se subió al camión de su comparsa y se dirigió a la fiesta de San Pedro 72, en el salón del Cenafi, de la calle Ballivián.

Llegaron al lugar alrededor de las 21.30, con el objetivo de sacar al conjunto Tabú y llevarlo a su fiesta. Más tarde, el entonces jefe del departamento de Radiopatrullas, coronel Eulogio Márquez, citado por el periódico Última Hora, confirmó que el conflicto se produjo por la irrupción de unos en la fiesta de otros para “sacar a la fuerza al grupo Tabú”.

“Llegamos y vimos que las puertas estaban abiertas…, pero no nos dejaron entrar. Siempre hay uno que saca la mano y mete el sopapo o el puñete, o bota la mesa. Así entramos todos a sacar al conjunto. Ahí se vino la otra parte (miembros de los clubes San Pedro 72, y en especial los Tigres). El ingreso del Cenafi es como un callejón, de ahí nos sacaron a empujones, piña por aquí, piña por allá, y se armó la pelea en el callejón, grave. Como no éramos muchos, nos rebasaron, escapamos, y para que no nos sigan cerramos la puerta del Cenafi, pero, cómo es el destino, no había con qué trancar la puerta, y todos escapamos por todo lado”, dice Richard Trigo.

Según los representantes de San Pedro 72, en declaraciones a los medios impresos de entonces, esa noche ingresaron a la fuerza a su fiesta alrededor de 50 personas, todas borrachas y “armadas con cadenas, navajas, botellas, objetos contundentes” e incluso armas de fuego que fueron disparadas.

Respecto a su hubo disparos y de qué grupo provinieron, existe más de una versión.

“Alguien agarró un revolver y apuntó hacia arriba, lo vio a Javier Márquez y le apuntó, el momento en que iba a disparar, Miriam se atravesó para cubrirlo a su hermano y ella recibió el disparo en el cuerpo, delante mío cayó ella, la gente se paralizó y algo que me duele mucho: sus propias compañeras, sus propias amigas, la cosieron a cuchilladas a su jefa”.

Las declaraciones corresponden a Dante Uzquiano, vocalista de Wara y en ese entonces de Tabú, en una entrevista en el programa QD Show, y quien asegura haber estado solo a metros de la pelea.

Lo cierto es que esa noche Miriam no recibió ningún disparo, según lo confirma el informe oficial de autopsia, y que veremos líneas más abajo.

A base del mismo documento, tampoco son ciertas las “37 puñaladas” que recibió, según Uzquiano, y es improbable que las hayan ocasionado “sus propias compañeras”, por lo menos no la que le causó la muerte, ya que luego apareció un autor confeso.

Al respecto el exintegrante de Tabú, que pidió no identificarse, nos aclaró: “Cuando nos encontrábamos tocando se escuchó un alboroto y la gente dejó el salón de baile y se dirigió a las puertas del local, fue entonces que escuchamos un disparo y por tanto abandonamos la fiesta por la puerta de servicio. No vimos quien atacó a Miriam, pues la trifulca se armó en la puerta principal del local, alejada del salón de baile. La fiesta se suspendió inmediatamente y la gente escapó del lugar. Al día siguiente nos enteramos por la prensa que Miriam había sido apuñalada y había fallecido”.

Para los Marqueces, como se refiere en su documental, fueron “los Tigres los que empezaron a disparar armas de fuego, otros blandían cadenas, cachiporras y dagas”.

Según el periódico Hoy, a base de la declaración de un testigo, alguien de los Tigres disparó, apuntando a Freddy Márquez, pero la bala impacto a Carlos Trigo y “a un tal Alfredo”.

Según los registros policiales de la época, es posible que dicha persona se trate de Alfredo Terán, de 17 años, uno de los cinco heridos esa noche, junto con Freddy (21) y Miriam (16) Márquez, además de Marcelo Llanos (21) y Carlos Salvatierra (23).

Basta sacar el promedio de estas edades para percatarse que la mayoría de los asistentes, invitados y no invitados, a la fiesta del Cenafi eran menores de 20 años.

Días más tarde, la Policía identificó a quien hizo el disparó, pero en ningún registro ni reporte periodístico se cita su nombre, solo su edad: 22 años.

Del Cenafi al Tórax

Del pasillo del Cenafi la pelea se extendió a la calle Ballivián, a la altura de una farmacia que había en esa calle. Freddy Márquez cuenta que cayó de bruces, según él, luego de recibir una puñalada inicial por la espalda. Encontrándose boca abajo, fue herido en por lo menos cinco oportunidades más.

“Para defender a su hermano, se abalanzó Miriam, a quien le pusieron una zancadilla, ocasionándole una caída. Fue entonces que la aplicaron la puñalada en el mismo suelo”, dijo un testigo al periódico Hoy.

En realidad, fueron al menos cinco heridas por arma cortopunzante, según la autopsia.

“Mi hermana puso su cuerpo para evitar que me vuelvan a apuñalar, pensó que a ella no la agredirían”, dice Freddy.

“Como tenía el mismo corte de pelo que su hermano y también vestía con un abrigo largo, pensaban que era él y la apuñalaron”, recuerda Richard Trigo, de los Calhambeques, que junto con otros de sus compañeros, cuando vio que todo se puso color hormiga, corrió hacia el camión de la comparsa en la que llegaron, que estaba parqueada a una cuadra del lugar, entre Ballivián y Colón.

Freddy Márquez asegura que, a pesar de estar herido, logró tomar un taxi y llevar a su hermana rumbo al Hospital del Tórax. Según el jefe de Radiopatrullas, fueron policías los que los llevaron al nosocomio con ayuda de efectivos de la Guardia de Seguridad Pública.

Como fuere, Miriam no pudo resistir y falleció en el camino. La causa directa fue el sangrado por dentro y por fuera que le causaron sus heridas, en particular la más profunda, de cinco centímetros, que perforó el pulmón derecho.

Freddy Márquez, en cambio, cuya situación también era delicada, fue intervenido en dos ocasiones, estabilizado exitosamente y luego internado en el primer piso del Tórax.

Acciones tardías

La Policía, que había sido advertida dos días antes de que algo así podía suceder en la fiesta del Cenafi, empezó a hacer redadas por toda la ciudad y requisar las casas de los sospechosos.

Esa misma noche retuvo un vehículo Wolkswagen, con la placa 53873, en la avenida Mariscal Santa Cruz, donde se decomisó un fusil corto mausser, según el periódico Hoy. Y se detuvieron entre 13 y 15 personas, la mayoría menores de edad, entre ellas la pareja del presunto asesino, informó el entonces director nacional del DIN, Tito Vargas, quien culpó a los padres de los jóvenes que asistieron a la fiesta por lo sucedido.

En el caso de los menores de edad, “al tratarse de un vulgar crimen” fueron arrestados en instalaciones del DIN y no del Consejo Nacional del Menor (Coname), informó Vargas.

“Lo único que nosotros atinamos a hacer es recoger nuestros equipos y escapar de ahí”, dijo Dante Uzquiano al programa QD Show, lo que contradice la aclaración pública que hizo el grupo Tabú esos días: No intervenimos en la gresca, “prueba de ello es que luego del incidente continuamos amenizando la fiesta hasta las 11 de la noche, en que se presentaron 30 agentes del DIC y arrestaron a los que allá se encontraban, exceptuándonos a nosotros. Estábamos cumpliendo un contrato firmado y en ese entendido, incluso al día siguiente, volvimos a presentarnos al lugar, pero nos retiramos porque se había suspendido la fiesta”.

Horas más tarde del incidente, se realizó la autopsia del cuerpo de Miriam, con la presencia de: Rodolfo Melgarejo, agente fiscal en lo penal; Roberto Quinteros, jefe del DIN departamental; Zenón Bascopé, feje de Laboratorios del DIN; Marcial Encinas, jefe de Homicidios del DIN; médicos del Hospital del Tórax; y un redactor de Última Hora.

Es precisamente gracias al reporte de este último que se conoció públicamente el siguiente informe forense: “Heridas cortantes en ambas orejas, cianosis (coloración negruzca de la piel debido a problemas circulatorios) en ambas manos, herida cortante de 1 centímetro en el tercio superior izquierdo del muslo izquierdo, herida cortante superior posterior de antebrazo izquierdo, herida cortante de 5 centímetros en la región dorsal derecha, equimosis lineal (mancha negruzca o amarillenta en la piel a causa, generalmente, de un golpe) en el tercio inferior izquierdo del muslo izquierdo”.

El fin de una era

La muerte de la líder de las Marquezas fue un suceso local y nacional, y lo demuestra la importante cantidad de gente que fue a su velorio en instalaciones de la Sociedad Obrera de la Cruz, en la calle Pichincha, el miércoles 16 febrero, y a su entierro en el Cementerio General, en un féretro blanco, el jueves 17.

Ese día, el Centro Nacional de Formación Integral (Cenafi) aclaró que no es un local de bailes y que la monumental gresca fue fuera de sus instalaciones.

Solo fue la primera de decenas de aclaraciones y descargos que se publicaron en los medios impresos, entre ellas la de Tabú, conjunto al que la prensa apuntó como el principal causante del problema.

“Al día siguiente apareció en los periódicos que fue por culpa del grupo Tabú… Juraron matarnos porque según la prensa nosotros éramos autores por hacer un contrato doble”, dijo Dante Uzquiano a QD Show, aludiendo al poder de los Marqueces de esos días, calificándolos como “sicarios de Banzer”. “El gobierno los utilizó, tenían su venia, se paseaban en los jeeps Blanca Nieves, los Toyota blancos, todos con ametralladoras”, recuerda.

“Este hecho nos acarrea el riesgo de ser motivo de injustificadas represalias y el desasosiego en nuestros hogares”, decía el comunicado del grupo esos días, refiriéndose a los varios meses que sus integrantes, todos menores de edad, tuvieron que estar “escondidos”, como lo cuenta Dante Uzquiano: “Nos quedó escapar de nuestras casas y nos alojamos en la casa de un amigo… Estábamos escondidos porque (los Marqueces) nos esperaban en la esquina de nuestras casas, decididos a eliminarnos por la muerte de su hermana…Luego alquilamos una casa en la zona Sur de La Paz…, donde ensayábamos desde las 8 de la mañana…, nadie sabía que estábamos ahí por seis meses. Los vecinos la conocían como la ‘Casa Loca’”.

El relato de Uzquiano coincide con la de muchos que no solo se cambiaron de casa o ciudad, sino que salieron del país para evitar represalias.

“Nos buscaron a todos, entre ellos a mi hermano Carlos, como jefe de los Calhambeques, que tuvo que irse a Estados Unidos, junto con otras 10 personas”, dice Richard Trigo Zambrana, otro de los fundadores del grupo, que volvió a reunirse con ellos recién 10 años después de la muerte de Miriam.

Como suele suceder, no todos recuerdan el mismo episodio de la misma manera. Según otro integrante del grupo, los hechos no pasaron así: “No sufrimos persecución de nadie. Éramos menores de edad y nuestros padres nos prohibieron seguir tocando y por ello ese fue el fin del grupo Tabú. El giro hacia la música autóctona se produjo tres años después, fruto de la evolución cultural y musical de algunos de los integrantes de Tabú que conformamos el nuevo grupo denominado Wara”.

El fiscal Néstor Mendoza se hizo cargo del caso, requiriendo inicialmente a 24 personas. “Es propósito del Ministerio Público sancionar con todo el rigor que establecen las leyes penales de nuestra economía jurídica esta clase de delitos, en resguardo y protección de los menores de edad y de la ciudadanía”, declaró a la prensa.

No pasaron ni seis horas de la declaración del fiscal y solo un día del entierro de Miriam, cuando el viernes 18 de febrero, la Dirección de Investigación Nacional (DIN) detuvo al autor confeso de su muerte: Hernán Vallejo Núñez del Prado, de 22 años.

Vallejo, en presencia del fiscal de turno, confesó haber acuchillado a Miriam y a Freddy, aunque aclaró que “no quería matarla” y que la herida que le causó fue “accidental”.

Fue remitido a la cárcel de San Pedro y el resto de quienes formaron parte de la pelea recibieron un arresto correccional de cinco días. Según denuncian los Marqueces, y así aparece en su documental, Vallejo solo estuvo recluido seis en el penal de San Pedro y luego dejó el país, posiblemente a Brasil, donde murió por causas desconocidas.

Los meses siguientes al Carnaval del 72 la Dirección de Investigaciones de la Policía dispuso “ejercitar un estricto control de todas aquellas personas que luzcan melenas y barbas crecidas, procediendo al corte de las mismas en quienes no tengan motivo justificado de lucirlas”.

“Ahí cambio todo, fue el fin de una era”, dice hoy Richard Trigo de los Calhambeques.

En los editoriales y notas de opinión de los periódicos se advertía sobre las consecuencias de la “generación beatnick”, con la que comulgaban hippies y rockeros rebeldes que impulsaban la revolución sexual, el “bandolerismo juvenil” y el “matonismo”.

La sociedad en su conjunto también reaccionó a la trágica muerte de Miriam Márquez, con padres que alejaban a sus hijos de las pandillas y jóvenes de corte firpo, uñas recortadas y de “buenas maneras”. Algunos de ellos fueron gestores, primero, de la caída de la dictadura y luego de la recuperación de la democracia en 1982.

Fuente: https://www.loquesecallo.com/content/carnaval-sangriento

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=dMM4jVfhn1E





Los marqueces

 Presentación del video sobre la historia de Los Marqueces, grupo paceño que hizo historia en la ciudad

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=8ijKADBLylY


Modismos paceños Amollar

 Se trata de dar todo o una parte del dinero necesitado para alguna cosa como ser bebidas espirituosas o comida 



Destinos turisticos La laguna de Achocalla

La laguna de Achocalla seencuentra en el pueblo del mismo nombre, contiene varias diversiones 

 Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=0uCfxPVPTqo

 

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