Es el santo de los pobres, todavía hay quienes venimos a pedirle ayuda en la dificultad, señala Rosario V. frente a la lápida de El Compadre. El muro de las almas olvidadas y ñatitas en el cementerio. Foto:Página Siete
Por muchos meses no pudo visitar la tumba de Palenque y ve con alivio que los floreros vacíos durante la pandemia ahora están llenos. Nadie podía venir, estaba sin flores el Compadre. Solito ha debido estar tocando su charango, afirma.
Cerca de Todos Santos, son muchos los que visitan el lugar y que aseguran que han sentido su presencia. Floreros o vasos que se rompen o caen son parte de las señales. Margarita Machicado es una de sus seguidoras que año tras año prepara una mesa para hacer rezar al Compadre. Asegura que formó parte del grupo que acompañó las diferentes campañas electorales en las que el músico y radialista participó con Condepa.
Su alma siempre llega, nunca nos deja esperando. Él era bien querendón de nuestra identidad y cultura. Nos enseñaba que siempre teníamos que practicar lo nuestro. Así, cómo va a faltar él a su propia tradición, sostiene.
No comments:
Post a Comment
Si le gustó haga un comentario