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Destinos turisticos Iglesia Colonial del Tata Santiago

Iglesia Colonial del Tata Santiago

La Iglesia Colonial de Tata Santiago, data de los años 1600, ésta capilla se caracteriza por el estilo colonial y se encuentra ubicada en la Población de Santiago de Callaba. Presenta en la entrada un arco de medio punto, techo a dos aguas de teja al ingresar existe un patio de planta cuadrada. Los materiales que se utilizaron para su construcción son adobe y piedra. Conserva aún en su interior pinturas con un alto valor artístico, éstas representan la visión religiosa de la época colonial. En tiempos pasados, la Iglesia sufrió saqueos de objetos valiosos a manos de visitantes y comunarios.

Para evitar estos hechos se cuenta con un equipo de seguridad comunitario que controla el acceso de los visitantes. Para poder ingresar al interior del templo se debe pedir permiso a la persona designada para cuidar el atractivo quien acompaña a los turistas durante la visita. La fiesta patronal de esta localidad ocurre el 25 de julio al que asisten turistas y devotos al Tata Santiago, patrono de la población. Si bien el atractivo aún no es conocido turística mente, se puede visitar el lugar durante los meses de mayo y septiembre.

Recomendaciones

Llevar ropa liviana para el dia y ropa abrigada para la noche, zapatos cómodos para caminar, guantes, gafas de sol, gorra y o un sombrero, abrigo impermeable para época de lluvia, botiquín de primeros auxilios, protector solar y medicina para el mal de altura.

Departamento

La Paz

Región

Altiplano Sur

Provincia

Pacajes

Municipio

Santiago De Callapa

Categoria

2.3.6. Religioso

Jerarquia

Jerarquia Ii

Coordenadas

Latitud: -17.4797402 Longitud: -68.3567126

Temperatura

14 °C - 21 °C

Altitud

3802 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/iglesia_colonial_del_tata_santiago/381

¿ Cómo tener una vivienda en La Paz sin riesgos ?

¿ Cómo tener una vivienda en La Paz sin riesgos ?

Las características del suelo y la gran cantidad de ríos que surcan el territorio de la ciudad de La Paz hacen necesario el diseño y la implementación de mecanismos de control de construcciones específicos y rigurosos.

Para el director de Administración Territorial y Catastral de la Municipalidad, Álvaro Viaña, existen documentos, trámites y procesos que se deben tener en cuenta. Para ello es esencial ser organizado y asesorarse profesionalmente. Por lo mismo, Las Cosas Claras presenta los conceptos clave para tener en cuenta al momento de edificar o comprar una vivienda.

Contratar profesionales arquitectos y abogados de confianza

Todos los procedimientos legales para construir o comprar una propiedad deben ser revisados y avalados por un abogado y un arquitecto. “El arquitecto es quien conoce la normativa de construcción y, en función del predio, verifica las condiciones de riesgo. Este profesional proyectará una edificación en norma y ofrecerá una solución arquitectónica”, asegura Viaña.

Verificar las superficies y condiciones del suelo o de la vivienda – Plano de Catastro

Es importante conocer la cantidad de metros cuadrados de la propiedad coinciden con lo detallado en la ficha de propiedad. Eso se puede ver en el plano de catastro del inmueble. En caso de no coincidir, se debe pedir a la inmobiliaria o propietario la explicación correspondiente.

Comprobar que el vendedor es el propietario legítimo para consolidar el derecho propietario

Revisar que todos los documentos estén a nombre del propietario. Para eso basta con verificar documentos como:

– Documento de identidad

– Título de propiedad del inmueble

– Folio real actualizado

– Plano de catastro del inmueble aprobado por la subalcaldía correspondiente

– Certificado de registro catastral

– Formularios de pago de impuestos de los últimos cinco años

El folio real

Es el documento que acredita la existencia de la casa, el terreno, el garaje, etc. En él se registra toda la información sobre el bien inmueble: el número de folio, certificado catastral, superficie, el tipo de propiedad, la titularidad sobre el dominio, la superficie, ubicación y colindantes, entre otros.

Certificado de registro catastral

Si la planimetría es el certificado de nacimiento de su zona, el catastro es como la cédula de identidad de su predio. Viaña afirma que este documento es una especie de ‘inventario predial’ del municipio. La Paz es el único municipio que cuenta con una Ley de Catastro.

En este documento se indica los datos técnicos de un inmueble: su ubicación, superficie de lote, el valor catastral del bien inmueble, entre otros. No acredita el derecho propietario. Además indica los datos legales, la relación de derecho propietario y económico de un inmueble.

“Es el único documento técnico que otorga seguridad jurídica en el sentido de la ubicación. Evita que otra persona quiera inscribir sobre una propiedad. Certifica la titularidad de los dueños y la localización y medidas. Además otorga un código catastral y un valor catastral de inmueble”, dice Viaña

Una vez ingresado el trámite, el certificado catastral, es emitido entre 10 y 15 días hábiles. El certificado cuesta 471 bolivianos. Si se lo hace de forma externa, tiene otro costo.

Pasos para construir una casa
  • Constituya un plan de construcción
El plan de construcción le marca los pasos y procedimientos que debe seguir a lo largo de la edificación. Además, le garantiza que la cantidad de pisos a levantar sea la adecuada respecto al tipo de suelo del terreno.
  • Obtenga un Permiso de Construcción
Para obtener un permiso de construcción se debe presentar el certificado de registro catastral vigente. Así como aclarar si el inmueble será una edificación de tres o más niveles, un cálculo estructural, el análisis de ingeniería, el plan de contingencia y otros requisitos adicionales.

En caso de ser una edificación unifamiliar, entre 300 y 450 metros cuadrados construidos, se obtiene el permiso en 15 días hábiles. En propiedades horizontales y edificaciones de 15 o más plantas, se obtiene el permiso en 20 días hábiles.

De acuerdo a la ubicación, el costo del predio oscila entre 0,80 bolivianos y 50 bolivianos por metro cuadrado.
  • Determine el tipo de suelo
La marcha urbana de La Paz cuenta con cinco tipos de suelos. De estos algunos son aptos para la construcción de viviendas y edificios, mientras que otros sólo están destinados a áreas de forestación.

Los tipos de suelos son de riesgo muy bajo, bajo, moderado, alto y muy alto riesgo, según datos de la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos.
  • Buenos suelos y de riesgo
Las siete zonas donde se pueden ejecutar construcciones de “envergadura”, son: el Casco Viejo, Miraflores, Sopocachi, Obrajes, Irpavi, Calacoto y Pampahasi.

En todos los macrodistritos de La Paz existen suelos que no son aptos para construir edificios por ser áreas de riesgo alto y muy alto. Estos suelos están destinados a áreas de forestación.
  • Verifique si tiene planimetría
El municipio de La Paz cuenta en la actualidad con el 96% de la administración territorial del área urbanizable del municipio gracias a que dispone de más de 660 planimetrías vigentes. Estas planimetrías permiten generar inversión en barrios y proveerlos de servicios, vías, áreas de equipamientos, áreas verdes y otros.

Si se compara un predio con una persona, la planimetría se asemeja al certificado de nacimiento del nuevo espacio.
  • No cambie planos
El proceso de fiscalización garantiza que todas las edificaciones se desarrollen en condiciones normales y sin que afecte a los inmuebles de los vecinos. Anteriormente, se daban casos de planos modificados y con superficies excedentes, pero a partir de 2013, la Alcaldía cambió la forma de aprobar planos con la implementación del Permiso de Construcción (PC).

Casas patrimoniales Museo Tambo Quirquincho

Museo Tambo Quirquincho

El Museo Tambo Quirquincho es un importante espacio cultural ubicado en el centro histórico de La Paz y uno de los primeros inmuebles coloniales.

En tiempos precolombinos, los tambos eran construcciones destinadas al acopio de productos agrícolas, mercadería y al alojamiento de comerciantes y viajeros. En 1548, el Tambo Quirquincho acogió a Alonso de Mendoza. Una de sus fachadas tiene una arquería de estilo barroco mestizo. Otra presenta un arco del siglo XVIII en el que se encuentra esculpida la corona de España. 

Para saber sobrte este museo puede consultar

https://es.wikipedia.org/wiki/Museo_Tambo_Quirquincho

Monumentos de La Paz Monumento a ADELA ZAMUDIO RIBERO

Obra del escultor Vítor Zapana, realizada a base de piedra granito en 1979. Está ubicada en la plaza homónima, entre las calles José Eduardo Guerra, Miguel de Cervantes y M. Armaza de la zona de Sopocachi.

El espacio público donde fue emplazado el busto que rinde homenaje a Adela Zamudio (1858-1928), escritora y poetisa, para 1950 era conocido como plaza Topater, siendo más de uso vehicular que lugar de esparcimiento. 

En 1966 la Alcaldía emplazó la efigie escultórica de la destacada escritora en el eje central de la plaza, adoptando a partir de entonces el nombre de Adela Zamudio (no está nominada mediante Ordenanza Municipal ).

En honor a ella se celebra en Bolivia el dia Nacional de la mujer boliviana el 11 de octubre

Para saber mas puede consultar 

https://es.wikipedia.org/wiki/Adela_Zamudio

Destinos turisticos Iglesia de Nazacara

La Iglesia de Nazacara, se encuentra en la acera este de la plaza principal de la población del mismo nombre, cuya construcción empezó en 1911 y fue terminada en 1918. El diseño arquitectónico corresponde al estilo barroco colonial; entre sus principales muestras guarda pinturas, lienzos y retablos. En el altar mayor se encuentra la imagen de la Virgen de La Merced con vestiduras hechas de adornos e hilo de oro.

Entre sus apreciadas piezas se tiene un libro escrito en latín que corresponde a inicios del siglo XX, que mide aproximadamente 45 centímetros de largo; así mismo, se tiene vestiduras de los padres y sacristanes del año 1901 que son celosamente cuidados por los pobladores.

Recomendaciones 

Llevar ropa abrigadora, zapatos cómodos, lentes y gorra para el sol; botiquín de primeros auxilios con protector solar y medicina para el mal de altura.

Departamento

La Paz

Región

Altiplano Sur

Provincia

Pacajes

Municipio

Nazacara De Pacajes

Categoria

2.2.3. Monumentos, Edificios, Obras De Arquitectura

Jerarquia

Jerarquia I

Coordenadas

Latitud: -16.9375817 Longitud: -68.7686366

Temperatura

7 °C - 11 °C

Altitud

3630 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/Iglesia%20de%20Nazacara/380

El caso de Polonia Méndez visto por Arthur Posnansky

Nota de prensa que salio publicada en el periodico Correo del sur el día 26 de Junio de 2017

En la década de los años veinte del siglo pasado, los juzgados en materia penal de la ciudad de La Paz, la prensa y la sociedad en general siguieron de cerca el sonado caso de Polonia Méndez.

En la década de los años veinte del siglo pasado, los juzgados en materia penal de la ciudad de La Paz, la prensa y la sociedad en general siguieron de cerca el sonado caso de Polonia Méndez. El ingeniero, arqueólogo y antropólogo Arthur Posnansky (1890-1946) desviándose momentáneamente de sus habituales investigaciones acerca de Tiwanacu indagó el caso penal ocurrido el 28 de noviembre de 1920. Posteriormente, Posnansky publicó el libro Impulsos atávicos: El caso de Polonia Méndez que lleva como subtítulo Consideraciones antropológicas-psiquiátricas referentes a un crimen llamado pasional (Imp. Velarde, La Paz, 1923).

La reconstrucción de hechos realizado por Posnansky indica que Polonia Méndez contaba con 18 años de edad cuando cometió el llamado “crimen pasional”. Las declaraciones hechas por Polonia son consideradas por Posnansky como una “fabulita” bien tejida. El protagonista de este hecho, es el joven diplomático Fernando Granier. Las arduas labores en su despacho hicieron que decida contratar a una secretaria privada para alivianar su trabajo. Tras este requerimiento laboral aparece en escena Polonia Méndez para ocupar el cargo de asistente. Según declaraciones de Méndez, ella empezó a trabajar armoniosamente con Granier. Con el pasar de los días la doncella no pasó desapercibida a los ojos del joven diplomático. Con aires donjuanescos y con ayuda de un narcótico hicieron que Polonia Méndez caiga en sueño y despierte mancillado su honor. La primera reacción que pasa por la cabeza de Polonia es casarse con su ultrajador, seguido de una sed de venganza por su arrebato virginal. La doncella opta por la primera idea, ruega a Fernando reparar su honor desposándola.

Según el contexto social de la época, Fernando Granier ocupaba una posición social ascendente y no podía contraer nupcias con Polonia Méndez por ser una “plebeya”. El pretexto que manejó Fernando para postergar y apaciguar el pedido de Méndez fue responderle que lo haría más tarde. La muchacha se desespera y decide alejarse momentáneamente de La Paz. Viaja a Challapata y recorre varios centros mineros. A pesar de la distancia geográfica, Fernando y Polonia mantienen una fluida correspondencia, pero el final de cada carta está latente el mismo pedido de Méndez a Granier: “¿Te casarás conmigo, me devolverás mi honor que me quitaste?”. Pasado unos meses, Fernando siente deseos de volver a poseer a Polonia. En un retorno lleno de peripecias Polonia Méndez reaparece en la urbe paceña y se desencadena el “crimen pasional”.

Para explicar este controvertido caso Arthur Posnansky se nutre de teorías de la antropología criminal de su época. Pone en duda la explicación del afamado criminólogo positivista Cesare Lombroso y el médico Franz Joseph Gall por considerarlas caducas para su tiempo. Además el inquieto Posnansky realizó una serie de entrevistas a varios jurisconsultos como Daniel Sánchez Bustamante, Hernando Siles Reyes, Carlos Calvo, Arturo Loaiza y Benjamín H. Gallardo. Con estas herramientas de interpretación pone en entredicho el llamado “crimen pasional” de Polonia Méndez. El antropólogo Posnansky cuestiona la versión de Méndez con el siguiente argumento: “Cualquiera que estudie la vida moderna y comprenda la psique de la muchacha pobre, se da cuenta que la fabulita aquella esta amasada con migajas de verdad”. La urbe paceña conoce a este tipo de mujeres con el epónimo de la “tempranilla”. Este adjetivo es el indicado para Polonia Méndez que representa el prototipo de la muchacha “of today” (de hoy). La conducta de Polonia –según Posnansky– es debido a la tradición de sus antecesores o una degeneración racial heredada juntamente con la atmósfera social y en especial de las moralmente malsanas impresiones de los cines que despertaron instintos siniestros e ímpetus atávicos que hubiesen quedado adormecidos quizá para siempre, pero la lucha interna contra la cual no pudo resistir Polonia Méndez lo llevaron a cometer el asesinato.

Según las pesquisas de Posnansky, el comportamiento de Polonia puede ser atribuible a todo lo somático que representa la mujer: “Es más infantil, más fino, más débil, en suma más idealizado y hasta primitivo”. La idea de la mujer en la segunda década del siglo XX estuvo marcada por diferenciar el coeficiente intelectual, la fuerza física, el carácter, en palabras de Posnansky la mujer era sumamente “inferior” al hombre. Con apoyo de la psicológica, el antropólogo llegó a confirmar que la mujer en ciertas épocas padece de un comportamiento “biológico-crítico”. Esta conducta para Posnansky es fruto de una anormalidad anímica que si no se llegará a contener mediante los “frenos sociales” como la educación, la vigilancia de la familia o el esposo que logre sujetarla y controlarla a las convenciones sociales, las mujeres serían propensas a cometer delitos.

El arqueólogo Posnansky afirma que Polonia Méndez planificó todo el teatro y escenario del crimen. Se mostró ante la sociedad como una mujer de alto nivel moral. Pero en realidad hace una comedia del pudor y de la altivez: “Se cree inmaculada”. Polonia era una muchacha pobre y no era de “buena familia”, pero su seductor era de una familia acomodada. El papel que juega Fernando Granier es de manso cordero, el que cubriría con su nombre y bolsillo las aventuras y amoríos ocultos de Polonia Méndez. Pero ¿por qué se comete el delito? se pregunta el arqueólogo. Al no tener una respuesta clara, Posnansky nos deja un enigma psiquiátrico: una muchacha al parecer tímida, resuelva matar, clavar con un puñal con premeditación en el pecho de su amante con quien minutos antes disfrutaba del mayor placer que la naturaleza brinda a los mortales.

Pero Posnansky en todo momento se apoya en la antropología criminal para tratar de explicar el caso de Polonia Méndez. En las conclusiones de su investigación pone énfasis en describir el rostro de la joven y su constitución física. Estos signos exteriores son para Posnansky reveladores ya que comprobarían la existencia de una “raza inferior”, en realidad, una raza degenerada por “reflejadas y depravadas costumbres” que engendraron “hijos neuropáticos”. En particular el largo del brazo en relación con el cuerpo era síntoma indudable de esta degeneración. Por supuesto no todos los que tenían estos rasgos eran criminales ni viceversa, pero era más probable que incurrieran en ello ya que “no podían evitar el llamado de la sangre”, “inconscientemente llevaban el fatal germen engendrado por los placeres de sus antecesores” o “los días biológico críticos”. Posnansky ratifica contundentemente que los signos corporales como el cerebro, los molares, las orejas, la cara, la frente, el cráneo, la quijada y la herencia genética ponen a esta clase de mujeres en el rango de los llamados “predispuestos” a delinquir.

Según el relato de Arthur Posnansky, la protagonista de este estudio antropológico fue condenada a varios años de reclusión. Pero esta decisión de la justicia es cuestionada por el autor: “Al estar privada de libertad no lograran reformar a la reclusa, después de algunos años, después de haber concluido su condena, la infeliz ha de salir más sucia de carácter y alma del panóptico de La Paz”. El arqueólogo sugiere que el caso de Polonia Méndez hubiera sido aconsejable enviarla a la Casa de Salud Mental de Sucre: “Allí en una celda, podría meditar, arrepentirse y quizás salir más tarde buena”.

Esta curiosa investigación –a casi un siglo de lo ocurrido– nos refleja los prejuicios machistas de la época y la concepción que se tenía de la mujer. La esforzada explicación del arqueólogo y antropólogo Arthur Posnansky nos develan una instrumentalización de la “ciencia” por responder a sus propias manías antropológicas. Este caso en particular nos retrata a una sociedad con sus problemas tan humanos que no se diferencian en nada con la actualidad. La diferencia es que hoy en día nadie escribe un libro sobre un caso criminal concreto ni utiliza como instrumento de explicación la antropología de manera ciega para determinar un tipo de comportamiento criminal. Por otro lado, la modernidad forjo ciudadanos temerosos al crimen pero bien informados –a través de prensa roja, Facebook, televisión– de robos, violencia, secuestros y asesinatos que pasan desapercibidos a la cotidianidad por las continuas transgresiones que resultan ser tan comunes en la actualidad.

(Arturo o Arthur Posnansky; Viena, 1874 - La Paz, 1946) Arqueólogo boliviano. Nacido en el seno de una familia de origen polaco, cursó sus estudios en su país y en Baviera, y se hizo ingeniero y doctor en Ciencias Naturales.

Dedicó gran parte de su vida a fotografiar, filmar y estudiar las ruinas de Tiwanaku, que, según sus investigaciones, fue la ciudad en la que se originó toda la civilización de Suramérica, teoría que no fue nunca aceptada por la comunidad científica. Pensaba que la cultura de Tiwanaku se había iniciado en la región hacia 1600 a.C. y perdurado hasta 1200 d.C. En el año 1922 fundó el Museo Arqueológico Tiwanaku, al que dotó de una importante colección de piezas líticas, cerámica y otras muestras de la cultura de Tiwanaku y de otras culturas precolombinas de la región. Posnansky fotografió también poblados mineros, pueblos y numerosos asentamientos rurales, temas sobre los que publicó numerosos libros.



Casas patrimoniales Museo Nacional de Arqueología

Museo Nacional de Arqueología

El Museo Nacional de Arqueología (Munarq) (c. Tiwanaku, esquina Federico Zuazo) es integrante del Instituto Nacional de Aqueología, organismo especializado del Viceministerio de Culturas.

Fue construido en 1918 por el austríaco Arturo Posnansky. Se trata del museo más antiguo del país y es acogido por el Palacio Tiwanaku, declarado Monumento Nacional en 1990.

El repositorio resguarda al menos 21.000 bienes culturales prehispánicos y la mayor colección de restos de la misteriosa cultura de Tiwanaku. 

Para saber mas sobre este museo puede accesar

https://es.wikipedia.org/wiki/Museo_Nacional_de_Arqueolog%C3%ADa_(Bolivia)

Monumentos de La Paz Monumento a las WACAS

Obras del escultor Ted Carrasco, realizadas en piedra granito en 1994. Están ubicadas en una jardinera que bordea las avenidas Guido Capra Jemio y Costanera de la zona de Obrajes.

Las Wakas fueron situadas detrás del monumento al Mariscal Andrés de Santa Cruz en 1994, a dos años en que éste fue emplazado, para darle al espacio público un alto contenido simbólico y místico, dogma relativo de las culturas predominantes en la región del altiplano boliviano. En 2008, al tiempo que se comenzó la construcción del nuevo mercado Lanza, el Gobierno Municipal proyectó la reubicación de estas esculturas al lugar donde actualmente se encuentran. Por las dimensiones y peso de estas obras, su retiro fue complicado, dañándose la grúa y desmontándose varios puestos de venta circundantes al lugar, para facilitar la manipulación de la maquinaria pesada. Los obreros encargados de su traslado, por creencias populares, realizaron un pequeño ritual con alcohol y coca, ya que se decía que, primero, se debía pedir permiso a las Wacas para poder trasladarlas.

Destinos turisticos Iglesia Colonial de Ayo Ayo

Iglesia Colonial de Ayo Ayo

La iglesia colonial de Ayo Ayo, se ubica en la población del mismo nombre, es un lugar con una rica y extraordinaria historia en las luchas populares por la independencia de Bolivia. El diseño de la estructura y los decorados de la iglesia muestran el sincretismo cultural y la visión indígena - española, que se expresaría históricamente en el mestizaje sociocultural de este pueblo.

Iglesia Colonial de Ayo Ayo
El material utilizado en la estructura es adobe y la fachada de sillar, cuenta con una nave y capillas a manera de crucero su ornamentación exterior pertenece al estilo barroco, se encuentra dividida en tres calles y tres cuerpos, de donde sobresalen dos columnas salomónicas con capiteles, resaltando en ellos dos leones rampantes, asimismo decoran las jambas dos figuras antropomorfas y sobre la puerta en forma de arco se observa una representación humana que lleva sus brazos bastones, la cual tiene similitud con la figura de la puerta del Sol en Tihuanaco.

Recomendaciones

Llevar ropa abrigada, zapatos cómodos para caminar, guantes, gafas de sol, gorra y o un sombrero, abrigo impermeable para época de lluvia, botiquín de primeros auxilios, protector solar y medicina para el mal de altura.

¿Como llegar ?

Partida       Llegada       Distancia(aprox)

La Paz          El Alto                   13 km.
El Alto          El Tejar                 61 km.
El Tejar        Ayo Ayo                 11 km.

Departamento

La Paz

Región

Altiplano Sur

Provincia

Aroma

Municipio

Ayo Ayo

Categoria

2.2.3. Monumentos, Edificios, Obras De Arquitectura

Jerarquia

Jerarquia Iii

Coordenadas

Latitud: -17.091109016910195 Longitud: -68.0019829608

Temperatura

5 °C - 21.2 °C

Altitud

3839 M.s.n.m.

Fuente: http://www.milapaz.travel/atractivo_turistico/index/Iglesia%20Colonial%20Ayo%20Ayo/42

Casas patrimoniales Casa Posnanski en Miraflores

Casa Posnanski en Miraflores

La casa Posnansky tiene más de 100 años y se encuentra ubicada en la avenida del mismo nombre en Miraflores. Fue obra maestra de Arthur Posnansky (Viena 1873-La Paz 1946). Demoró al menos 10 años en construirla con ayuda de especialistas.

La casona está hecha de ladrillos, adobes, tejas, con detalles tiwanacotas, cuenta con chimenea y lámparas, entre otros detalles. El también conocido como Arturo Posnansky fue militar, ingeniero naval, cineasta, fotógrafo, investigador, escritor, antropólogo y arqueólogo.

El día que los Pumakatari fueron quemados

El día que los Pumakatari fueron quemados, su historia

Nota de prensa que salio mpublicada en el periodico Página Siete en la revista Rasca Cielos en las páginas 13 a 15 el día 12 de Enero de 2020

Todos los fuegos, el fuego

Chasquipampa ardía. Incendiaban los Pumas, bajaban con palos, piedras, dinamitas. Días más tarde los baleaban. La sangre como el fuego. Una fogata de cuerpos.

Texto y fotos Rodrigo Villegas Rodríguez

Chasquipampa. Calle 44. Lunes 11 de noviembre. 11:14. Nublado.

Primero fue la alarma (el chillar de una trompeta de plástico). Luego los gritos: ¡Salgan, vecinos! ¡Salgan! Se abrieron las cortinas de las ventanas. Rendijas. Ojos que se asomaban apenas. Después se abrió una puerta. Luego otra. Y así, salimos de a uno. Con palos. Otros con escudos (trozos de calaminas) y cascos. Vimos los grupos. Eran pocos. Hombres y mujeres. Pasaron los minutos y nos fuimos haciendo más. Un tumulto cada tres cuadras. Los vecinos.

Una hora antes la imagen era la siguiente:

“Afuera se escuchan los dinamitazos. Vidrios que se rompen. Gritos. ‘Policías de mierda los vamos a matar, maricones. Vendidos. ¿Así que se amotinaron, no?’. Rompen todo. Son como 200 personas. Y se rumorea que están bajando más de Ovejuyo. Luego gritan: ‘Ahora sí, guerra civil’. Las alarmas de los autos suenan, así como los petardos. O como el llanto de los perros. Los aullidos. Esta mierda no se detiene. Se escuchan, por fin, sirenas policiales. Pero no sé si serán suficientes”.

Al menos eso es lo que pude registrar en mi Facebook. Una escritura nacida del miedo. Un temor imprevisible.

La noche que precede a este día incendiaron los PumaKatari. Después bajaron. Llegaron a Chasquipampa. Venían de Ovejuyo, de Apaña. Eran muchos. Estaban armados. Y no había seguridad. La Policía estaba replegada. Bajaron hasta Cota Cota. Saquearon locales. Quemaron casas. Hacía menos de 24 horas que Evo Morales había renunciado y La Paz empezaba a pagar los estragos por haber “derrotado” al fraude. ¿Qué sentíamos todos? Miedo.

Aquella madrugada muy pocos durmieron. Los niños. Los adultos no. Debíamos estar alerta. Defender a nuestras familias. Apagar las luces. Rezar para que no ingresen a nuestras casas. Para que pasen de largo. Amanecimos en un mismo cuarto. Colchones en el piso. Ventanas tapiadas con cartones.

Chasquipampa. Calles 44 – 46. Lunes 11 de noviembre. 16:15. Sol.

Los vecinos nos organizamos. Sacamos palos, calaminas, cascos. Nos ponemos cintas blancas en los brazos para que la Policía nos reconozca como aliados en caso de enfrentamiento. Movemos contenedores, encendemos fogatas. Conversamos. Nos conocemos. Con la mayoría no tuve contacto nunca. Ahora nos une un solo objetivo: defendernos. La policía ha ayudado bastante a la calma. Pero se prevé que en la noche el horror retorne. Esta vez estamos “preparados”.

Me conecto al Internet. Veo un video que me pasaron al WhatsApp: desde El Alto cientos de personas bajan enfurecidas hacia La Paz. Llevan wiphalas. Y el grito: “¡Ahora sí, guerra civil!”. Lo repiten con furia. Como hace unas horas acá, en Chasqui. O como en Pedregal. En Rosales. En la zona norte. En casi toda la ciudad. Se oye un dinamitazo.

Chasquipampa. Martes 12 de noviembre. 12:18. Nublado.

Es muy extraño ver esta bandera por acá. La wiphala. Que yo recuerde nunca la vi flamear. Desde ayer está en cada esquina. Colgada en postes. En árboles. En fachadas. Para que los “saqueadores” no nos dañen, dicen por acá. Como arma de defensa. Nada más. “Están diciendo que las casas de los jailones van a atacar”, dijo ayer una señora en una reunión de vecinos del barrio.

También se ve algo en el cielo que se mueve muy rápido. Como moscas. Como águilas. Se escuchan los motores de los aviones militares.

La noche pasada desmontamos las barricadas que construimos en horas. Barreras hechas de calaminas, alambres, maderas, parrilleros, tubos, cajones... Un vecino tocó la puerta de mi casa. “Acabamos de hablar con la Policía y nos dijeron que saquemos estas cosas. Que los saqueadores lo pueden ver como afrentas. Provocaciones. Así que hay que desarmar nomás todo”.

Mi papá, irritado, se negó a salir. También mi hermano. Yo ayudé muy poco. “Es que el jefe de la Junta Vecinal está pues temblando. ¿No ve que ha trabajado como Casa de Campaña para Carlos Mesa? Teme que los masistas se acuerden y lo reconozcan. Que tengan como objetivo su casa”, nos advirtió el mismo vecino.

Chasquipampa. Calle 51. Martes 12 de noviembre. 12:22. Sol.

Símbolos. Así nos movemos. Por pequeñas cosas que significan algo. Wiphalas, biblias, fuego, balas. Símbolos como este carro de la policía que fue incendiado hace dos noches. Permanecen, hoy las cenizas, los restos. Las casi lágrimas de la Policía cuando pedía la ayuda del Ejército.

Todo el que pasa por acá le saca al menos una fotografía. Bueno, no todos. Los que salimos con celular. Y carnet. Por si acaso.

Chasquipampa. Calle 53. Martes 12 de noviembre. 11:54. Nublado.

Filas. Algunas tiendas abren de a poco. No todas. Muy pocas. Las puertas no se abren del todo. Atienden detrás de las rejas. Así que esperas para aprovisionarte: carne, arroz, fideo, verduras, leche. Por si acaso.

Una fila para comprar huevos. Un minubús lleno de ellos. Unas diez personas en la fila. Mi papá se pone a conversar con un hombre de unos treinta años. Rostro moreno, chaleco de lana, chompa verde. Cabellos despeinados. Le dice: “Tan bien que estábamos. Ahora seguro todo va a subir. No sé qué quería la gente para cambiar el país”. Otro hombre, delante nuestro, lo secunda y dice: “Tanto querían que no seamos Venezuela ahora en Venezuela nos vamos a convertir”.

Chasquipampa. Martes 12 de noviembre. 21:22. Noche.

Llueve. El agua cae como si las nubes se desangraran. Se ven los rayos desde la ventana de mi cuarto. Como pocas veces agradezco por este fenómeno. No habrá saqueos. No habrá fuego. Ni dinamita. No.

“El sol se va a caer y la luna se va a esconder”. ¿Era algo así? Pero hoy el sol salió un rato en la mañana, luego en la tarde. Y la luna está ahí, apenas visible pero se la reconoce.

Tenemos nueva presidente. Es mujer. Es increíble cómo hace una semana esta situación era inimaginable. Pero ahí está, en Palacio. Sostuvo la tricolor y la wiphala. Y luego la Biblia.

Lo vi en la televisión. No hubiera podido hacerlo más temprano. Se cortó la luz unas dos horas. Salí con mi hermano a comprar velas y nos vendieron cada una a Bs 3,50. Las compramos. Pensábamos que habían dinamitado una planta eléctrica o algo así. Lo decían en uno de los diez grupos de WhatsApp al que me había/n añadido en apenas dos días. Esta noche dormiremos. Por fin.

Chasquipampa. Viernes 15 de noviembre. 22:17. Noche.

Arrestaron a mi amigo. Un vecino de acá, de Chasquipampa. Él vive en Santa Fe, una zona aledaña. Tampoco durmió en las noches pasadas. Participó de las vigilias, de las fogatas. Tiene tres hijos. Es padre. Y escritor.

Rodrigo Urquiola. Lo aprehendieron en la tarde. ¿Por qué? Por llevar una wiphala. Y un palo en su mochila. Y por no tener la piel blanca. Estuve a su lado junto a otros dos amigos, novelistas premiados, al igual que Urquiola. No pudimos hacer mucho más que abogar por él. Los uniformados fueron muy agresivos. Intimidantes. Nos revisaron las mochilas. En la de Urquiola encontraron los objetos mencionados. Le dijeron “sedicioso”. Y se lo llevaron. Hubo violencia.

Lo liberaron a las horas. No más de dos. Todo por Facebook. Su captura fue difundida por Gabriel Mamani, reciente Premio Nacional de Novela. La publicación se compartió inmediatamente. Se convocó a autoridades, se utilizaron influencias. Salió pronto.

A los pocos días arrestaron a un estudiante de la Carrera de Cine. ¿Por qué? Por grabar la marcha de los alteños que llegaron a La Paz desde Senkata. Y también desde otros espacios del área rural. ¿Quiénes lo denunciaron y provocaron su detención? Periodistas. Dijeron que no tenía credenciales que lo acrediten. La Policía se lo llevó.

A él lo liberaron en algunos días. Tres o cuatro. ¿Cuál era una de las causas por la cual lo imputaban? Sedición y terrorismo. Absurdo.

En los siguientes días supe de mucha gente que fue arrestada. Los policías, nerviosos por las posibles armas de los manifestantes, aprehendieron a muchas personas por error. Con violencia en muchos casos. Sé de algunos que siguen allí, privados de su libertad. Esperan audiencias.

Caminar por el Centro significaba enfrentarte a los gases. Y al miedo. A ese fuego que quemaba el pecho. Temer un arresto injustificado, las balas, el aterrizaje de esos pedazos de metal en un cuerpo. El tuyo.

Porque los muertos empezaron a aparecer. A formar parte de las estadísticas. De ese número útil para unos e inservible para otros. La cifra es estremecedora: al menos treinta personas.

Acá, a unos pocos kilómetros, murieron varios hombres. En Rosales, en Pedregal. Zonas desconocidas para la mayoría. Los familiares los enterraron apenas. Los velaron con terror: presentían los uniformes, las balas. Porque fueron asesinatos. Las fotografías circularon por Facebook. Por WhatsApp.

Regresé a Chasquipampa en la noche. Desde la ventana del último de tres minubuses que tomé vi la catástrofe de Cota Cota: decenas de ventanas quebradas. Mi celular se había apagado. Cuando abrí la puerta de mi casa vi a mi hermano con los ojos muy abiertos, las manos apretadas. “Te llamamos mucho”, me dijo. “Vimos lo que le pasó a Urquiola. Solo debías decirnos que estabas bien”. Me disculpé.

Ya en cama, pensé en el significado nuevo de aquella frase. “Estoy bien”. Nada más que eso. Estar bien.

Chasquipampa. Domingo 1 de diciembre. 23.42. Lluvia.

Acabó noviembre. No hay barricadas. Evo está en México. No hay dinamitas. Hay pollo en los mercados. Los precios se van normalizando. El país retoma la calma. Papá trabaja con normalidad. Las wiphalas permanecen en algunas casas. En la mayoría ya las han retirado. Ya no hay fogatas. El fuego se ha evaporado.

Pero el fuego sigue allí, vigente pero invisible: nadie nos devuelve a los muertos.

Monumentos de La Paz Monumento a las VICUÑAS

Obras del escultor Víctor Zapana, realizadas a base de bronce fundido en 1985. Están ubicadas en la plaza Mario Mercado Vaca Guzmán, entre la avenida Aniceto Arce y la calle Capitán Ravelo de la zona de San Jorge.

Inicialmente el espacio público donde fueron emplazadas estas esculturas sirvió como campo deportivo. Más tarde, con dotaciones arbóreas y recreaciones paisajísticas, se consolidó como plaza, conocida con el nombre de Bolivia. En su configuración se proyectó erigir varias esculturas ornamentales identificadas con el occidente de Bolivia, tales como el cóndor y animales de la familia de los auquénidos. Pero este propósito no fue consolidado; apenas se logró emplazar las esculturas de las vicuñas. Después del fallecimiento de Mario Mercado Vaca Guzmán, Mediante Ordenanza Municipal Nº 049/1995, la Alcaldía nominó a la plaza con el nombre de este personaje.

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